Cuesta recordar un cierre de mercado NBA o un verano sin rumores de traspaso de Ricky Rubio. Pero después de seis temporadas en Minnesota, el base internacional español ha aprendido a convivir en ello.
De hecho, en su cabeza no hay otro equipo que los Timberwolves, en los que se siente importante. Tanto, que reclama que su voz sea escuchada en los despachos.
«Sí, me gustaría tener más peso sobre las cosas que afectan al equipo y creo que eso va ligado al rendimiento en la pista. La segunda vuelta que hice me da más poder. Tengo ganas de que nos salgan bien las cosas», explica Ricky en una entrevista concedida al diario Ara.
El base de El Masnou siente que ha dado un paso adelante en la pista, firmando su mejor temporada NBA (más de 11 puntos y 9 asistencias por noche), y en el vestuario esta temporada.
«Me siento con el papel de líder fuera de la pista, y la experiencia me ayuda a saber cómo hacerlo», asegura Ricky. «Desde pequeño me ha gustado liderar por el bien del equipo, tanto dentro como fuera de la pista. No soy un hombre de muchas palabras, no me gusta hablar mucho, pero doy ejemplo con hechos, con sacrificios y demostrando que lo que más importante es el equipo».
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