Cumple ya su sexta temporada en la NBA y Ricky Rubio está acostumbrado a que se le coloque lejos de Minnesota a medida que se acerca el cierre del mercado de traspasos. Pero de momento, una vez más, acabará la temporada vistiendo la camiseta de los Timberwolves.
«Cuando las cosas no funcionan, intentan cambiar cosas. Mi nombre ha salido los últimos dos o tres años y tienes que aceptarlo. Sale tu nombre pero mañana tienes otro partido y tienes que venir, vestirte y jugar duro», explica el internacional español en declaraciones recogidas por el Star Tribune.
«Como profesionales, sabemos cómo funciona, pero esta vez lo sentí un poco diferente», añade Ricky, a quien muchas informaciones colocaban en los New York Knicks a cambio de Derrick Rose. «Son rumores. Hasta que no se hace (el traspaso), no te lo crees».
Su entrenador, Tom Thibodeau, que también es presidente de operaciones de la franquicia, no habló con Ricky de su posible salida. Y así lo justifica: «Esperan de ti que seas profesional. Todo el mundo tiene un trabajo. Así que ven y hazlo. No puedes perderte en otras cosas».
Y Ricky responde como un veterano de la Liga: «Sí, somos profesionales, pero también seres humanos. Tenemos sentimientos pero sabemos que estos es un negocio y tiene que ser así».
«Mentalmente es duro, pero hay cosas que no puedes controlar. Nosotros jugamos a basket y hay personas que deciden donde vamos a jugar. No lo puedes controlar. Viene y trabajas duro cada día, eso es todo», añade sobre el sistema de traspasos NBA.
La posibilidad de dejar los Timberwolves no le quita el sueño a Ricky: «No te voy a engañar, he escuchado los rumores, pero hasta que no pasan, no espero nada. Sigo aquí, tengo mi piso aquí. Después de entrenar, iré a mi piso, me echaré una siesta y todo seguirá como antes».
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