Esta temporada tenía una prueba de fuego a nivel físico, tras jugar sólo 22 partidos el curso anterior por culpa de las lesiones. Y Ricky Rubio la ha superado.
«Cuando empecé la pretemporada tenía dudas porque estar seis meses parado no es fácil y el nivel de exigencia es muy alto, pero al final he podido jugar 76 de los 82 partidos», explica Ricky en una entrevista en el diario Ara.
¿Qué ha cambiado en su preparación? «Tengo un equipo personal de preparación física y de fisioterapia”, desvela el base. “Me ha ayudado a tener continuidad. He dado mucha importancia al trabajo en el gimnasio durante toda la temporada, cuando antes priorizaba el tiro y la pista. Esto me ha ayudado a estar más fresco de piernas y, como consecuencia, a mejorar en el tiro».
Además, ha cambiado otros hábitos: «He seguido una dieta bastante estricta el último año y esto me ha ayudado a sentirme bien. Parece mentira, pero las pequeñas cosas son las que realmente te ayudan a rendir bien. Las comidas previas a un partido pueden llegar a tener más importancia que entrenar».
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