Luis Scola se retira a sus 41 años. El argentino ha vivido cuatro décadas en las que ha dejado una huella de elefante en el mundo del deporte. A nivel personal y colectivo, en cuanto a éxitos y valores, en relación a su liderazgo y carácter, la figura de Scola abarca todas las perspectivas con las que queramos observarle. Sin embargo, todas ellas se construyen en base a la cultura del trabajo y a su gen ganador. Dos pilares sobre los que se sostienen el imperio de uno de los mejores sudamericanos de la historia.
Una de esas historias que lo corroboran es la que cuenta cómo fue la preparación del argentino para el Mundial 2019. Sí, ese mismo torneo en el que no solo acabó llegando a la final, sino que salió elegido en el mejor quinteto de la competición. El tipo que firmó en España sus primeros contratos como profesional hace 23 años… acabó destacando por encima de multitud de estrellas en el 2019. Único.
Mejor ala pivote de la competencia a los 39 años. El gran capitán. pic.twitter.com/9ML4Ii09jZ
— Campeones de la #AmeriCup (@cabboficial) September 15, 2019
Aquello no sucedió por casualidad. Scola se aisló en una cancha rodeada de campos para entrenar durante las 14 semanas previas al Mundial. Lo hizo junto a Marcelo López (preparador físico) y Mariano Sánchez (entrenador de habilidades). Quería llegar en el mejor estado posible para poder seguir marcando diferencias. Su padre, en una entrevista a Infobae, cuenta que «salían a correr a las siete de la mañana, con un frío de morirse… Y se la pasaban entrenando. Horas y horas. Repitiendo una y otra vez un ejercicio. Como Rocky». Esto último, en una clara referencia al segundo apellido de Scola, Balboa.
Dicha concentración fue una prueba más (la más evidente quizá) de que el secreto de la eterna juventud no llega solo. Mario Scola, en la misma conversación, relató que Luis se llevó a su preparador físico hasta China para que viviera con él: «Hace dos años que vive con él allá. Son dos locos del entrenamiento. Marcelo le ha cambiado todo, desde la alimentación hasta la preparación física. Ahí está el secreto de la vigencia».
Luis Scola a sus 39 años sigue dando lecciones de baloncesto en el Mundial. Estuvo 4 meses internado en su casa levantándose a las 6 de la mañana entrenando solo en su campo con 3 entrenadores personales para poder llegar a tope al Mundial con Argentina. pic.twitter.com/g6xMWMZcvo
— Gabo Loaiza (@gaboloaizaperez) September 13, 2019
No es de extrañar que, en una entrevista pospartido, el propio Scola se mostrara tan convincente de que sí se veía capaz de rozar los 28 puntos en las semifinales del Mundial 2019. Sumando su talento inmenso a su mentalidad, ¿cómo no iba a estarlo después de esa preparación específica de más de 3 meses?
-¿Esperabas a esta altura de tu carrera meter 28 puntos en una semifinal de un Mundial? Con ustedes, Luis Alberto Scola #FIBAWC pic.twitter.com/OP6OHQW2qq
— Pablo Cormick (@pablocormick) September 14, 2019
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