El verano del 2000, el Barça creía que hacía un fichaje de campanillas con Rony Seikaly: casi 15 puntos y 10 rebotes de media en sus 11 temporadas en la NBA, donde en 1990 fue elegido el Jugador Más Mejorado.
Pero el pívot libanés siempre será recordado en el Palau Blaugrana, y en el basket español por extensión, por su pronta salida, que propició la eclosión de Pau Gasol. Una etapa que queda muy lejos: ahora Seikakly es un DJ de música house de fama mundial.
«Los DJs comerciales son como máquinas de discos. Ponen los éxitos, lo que le gente quiere escuchar. Yo intento darle a la gente un experiencia como no la ha tenido antes», explica Seikaly sobre su trabajo.
Gracias a un reportaje en el número 205 de la revista Slam descubrimos que su pasión empezó pronto: a los 14 años convirtió el garaje de casa de sus padres, en Grecia, en una discoteca. Ahora, en Miami, su hobby es su trabajo: escucha 3.000 canciones nuevas al mes.
«Para ser un buen DJ hay que tener buen oído más que otra cosa, y ahí va enfocado todo mi trabajo. Podrías enseñar a un mono a mezclar música o pinchar éxitos, no es difícil. Para mí, la parte más complicada es crear tu propio sonido, tu propio rollo para que cada vez que pinches la gente diga ‘¡oh, es el estilo de Rony!’. Para hacer esto tienes que amarlo. Esta afición es un trabajo de amor», asegura sobre un trabajo muy exigente. Por eso quitado el pie del acelerado…
Con 51 años, Seikaly ha decidido hacer sólo 5 bolos al año: «No quiero estar en tres continentes diferentes en tres días. Estaba pagando un peaje que no necesito. Era el momento de volver a lo que hacía al principio, que era compartir mi música con la gente a la que le gusta».
El ex de Heat, Warriors, Magic y Nets mantiene su programa de radio pero dedica más tiempo a sus seres queridos: «Me sentía culpable. Si estuviese soltero y no tuviese una familia a la que cuidar, probablemente estaría viajando todo el tiempo. Pero tengo una hija y una mujer y las echaba mucho de menos».
Sigue deslizando hacia abajo para ver más contenidos
