Siempre encuentran la manera de ganar. Pese a las bajas de Stephen Curry, cuyo tobillo izquierdo le hizo perderse su tercer partido del curso, y Andre Iguodala, los Warriors fueron capaces de superar a los Hawks (109-105). Como tres días antes en Oklahoma, los de Steve Kerr necesitaron una prórroga.
Draymond Green, con 15 puntos, 13 rebotes y 9 asistencias, fue el protagonista de la noche con un triple monumental a 40 segundos del final del tiempo extra (107-103). El todoterreno de los campeones se multiplicó una vez más para aportar en múltiples facetas.
El tiempo reglamentario acabó con tiros fallados en ambas canastas. Primero Paul Millsap en un lado y, finalmente, Klay Thompson (26 puntos con 6/16 triples) y Andrew Bogut en el otro no rompieron el empate a 97.
El Oracle Arena, inexpugnable. Esta temporada, 25-0; acumulando el final del pasado curso, 43-0. A una de igualar a los míticos Bulls, imbatidos en su casa desde el 30 de marzo de 1995 al 4 de abril del 96. Los Warriors no pierden ante su afición en regular season desde el 27 de enero del año pasado.
El balance crece (54-5). Las 73 victorias, entre ceja y ceja. El jueves reciben a los Thunder con la posibilidad de igualar ese galáctico 44-0 casero. Suman y siguen.
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