Empieza la NBA, y una de las grandes noticias es que por primera vez en mucho tiempo los Golden State Warriors no parten entre los principales candidatos. La grave lesión de Klay Thompson y, sobre todo, la salida de Kevin Durant hace que los de Oakland (además de las de Andre Iguodala y Shaun Livingston) desmenuzados por Andrés Monje en la Guía NBA, no sean a día de hoy los favoritos al anillo.
Pero todo podría pasar si la principal estrella del equipo de Steve Kerr, Stephen Curry, se dedica a hacer una de sus habituales salvajadas temporada tras temporada. El de Akron pasó revista el podcast de «The TK Show» a lo que viene.
«Pasaron los años en que no era efectivo en un partido, no lanzaba bien o daba pocas asistencias, pero pudé ganar experiencia y talento. Este año si yo, y no tengo una palabra mejor, juego como una mierda, será difícil para nosotros ganar partidos. Así que acepto este desafío con seguridad y sé qué tipo de jugador necesito ser».
Sobre su propia exigencia: «Nunca me presiono a mí mismo diciendo ‘Debo ser MVP’ porque sé que es algo que no controlas. Siempre miro cuando salgo del campo preguntándome si he jugado bien. Me doy cuenta de que si juego como se supone que debo hacerlo y gano juegos, entonces debería estar en las quinielas. Eso es lo que espero y estoy haciendo todo lo posible para que eso suceda».
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