Stephen Curry. Esta temporada, una noche más. Victoria de Warriors ante Grizzlies por 113-104 con una gran actuación de Curry.
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46 puntos, 13-22 de campo, 8-14 en triples y 12-12 en tiros libres durante sus 37 minutos en cancha.
Es su quinto partido con al menos 40 puntos esta temporada y el tercero en el que supera los 45. Junto a Curry estuvo Gary Payton I, que firmó como titular el mejor partido de su carrera: 22 puntos. A estos, el de siempre, la locomotora Draymond Green, que sumó 8 puntos y 9 asistencias. En los Grizzlies destacó con 21 puntos Ja Moran y los 20 tantos y 9 rebotes de De’Anthony Melton y los 20 de Jaren Jackson Jr.
Los Warriors se colocan 26-6 y reciben el día de Navidad a Suns.
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La dinastía de los Golden State Warriors, capaz de alcanzar cinco Finales consecutivas obteniendo tres títulos, se tomó un respiro a finales de década. Dos temporadas sin pisar la fase final, la primera por completo con asteriscos al no disponer de Klay Thompson (en blanco) ni Stephen Curry (solo cinco partidos), y la segunda (de nuevo sin Thompson) frustrada en el Play-In, han servido como impulso emocional a un núcleo que aún se ve capaz de conquistar la gloria. En ello está.
El primer tercio de campaña del conjunto de Steve Kerr ha demostrado, incluso aún sin Thompson, a punto de regresar tras prácticamente dos años y medio de baja por lesión, que las rutinas de la excelencia han vuelto. El balance global (23-5), el mejor de la Liga a estas alturas y y que mira a los ojos a los registros vistos durante el lustro dorado de su dinastía, no es más que la superficie de una fuerza que intimida.
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