Steve Kerr ha acabado de golpe y porrazo con uno de los debates de los últimos tiempos en la NBA. ¿Son mejores los Chicago Bulls de 1996 o los Golden State Warriors de 2016? Pues el ex jugador de aquellos Bulls y el en entrenador de estos Warriors lo tiene claro: «ganaríamos nosotros». Así respondió en una entrevista para TNT, pero ¿quienes son ‘nosotros’?
«Es una pregunta realmente complicada de responder, no sólo porque estamos comparando épocas distintas, sino porque además es literalmente complicado para mí contestar [correctamente] de forma gramatical. No sé quién es ‘nosotros’ y quién ‘ellos’. Simplemente diré: ‘Si los dos equipos jugasen uno contra otro, no hay ninguna duda de que nosotros podríamos vencernos'».
Steve Kerr fue parte de la plantilla de los Chicago Bulls que consiguieron el three-peat entre 1996 y 1998, así como de la de los San Antonio Spurs campeones en 1999 y 2003. Es decir, estamos hablando de un cinco veces campeón de la NBA, que para colmo jugó en los Bulls del 72-10 de la temporada 1995-96. Pero no contento con esto, también se trata del entrenador de los Golden State Warriors que lograron el anillo en 2015, 2017 y 2018, así como del equipo de las 73-9 de la temporada 2015-16 (en la que no lograron el anillo). Nadie en la historia ha logrado este número de títulos.
Steve Kerr y su amor-odio con Michael Jordan
En lo que tampoco hay dudas es en la especial relación que tuvo Steve Kerr con Michael Jordan mientras compartieron equipo en los Chicago Bulls. Una relación que prácticamente empezó con una pelea entre ambos en un entrenamientos, pero que terminó siendo el principal culpable de su éxito profesional.
En el mismo canal televisivo, pero tiempo atrás, Steve Kerr no dudó en hablar de Michael Jordan como el mejor que más le influyó en su carrera deportiva. «Es casi imposible describir el impacto que tuvo en la liga. Es más fácil para mí describir el que tuvo en mi carrera. Si nunca hubiera jugado con Michael, sinceramente, no creo que los Spurs me hubieran ofrecido un contrato. Tampoco me hubieran ofrecido un contrato con la TNT en la televisión. Todo fue un efecto dominó y, en última instancia, entrenar a los Warriors con todo lo que he podido disfrutar y experimentar. Todo ello fue el resultado directo de jugar con Michael Jordan. Y no estoy siendo modesto, es la verdad».
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