En el Quicken Loans Arena pasaban una tarde tranquila a 9:30 del final. Una canasta de Mathew Delladova ponía tierra de por medio (89-71) entre los Cleveland Cavaliers y los Dallas Mavericks, ya dentro del último cuarto. Pocos pensaban que iban a tener que vivir angustiados los últimos minutos del choque. Vaya si lo hicieron. Los Mavs desaprovecharon dos posesiones para igualar el partido y cayeron por 99-98.
Los Cavaliers, que vieron como LeBron James estaba descansando en este choque, habían dado hasta entonces una gran impresión. Con el liderato del este en juego (ahora le sacan 2 partidos y medio a Toronto) jugaron una primera parte que siempre comandaron en el marcador, y llegaron a ganar por 20 puntos gracias a un parcial de 15-0 tras la vuelta de los vestuarios. Después, y tras una espectacular reacción visitante, apareció Kyrie Irving.
El base dio una exhibición ofensiva…y defensiva. Se fue hasta los 33 puntos, con 13/28 en tiros de campo y un irregular 3/9 en triples, pero apareció cuando más lo necesitaba su equipo. Con el 97-95 en el marcador a falta de menos de 10 segundos, fue más fuerte… ¡qué Nowitzki! Le quitó el balón justo antes de que el germano recibiera: “Fue un reto personal para mí. Sabemos el balance sin LeBron (4-12 en las dos últimas temporadas sin el ‘elegido’) y tengo que llevar al equipo tanto si está dentro como fuera”, declaró Kyrie después del choque.
¡Partidazo de Kyrie Irving frente a Dallas Mavericks!
Gran encuentros de dos de los hombres interiores de los Cavs: Kevin Love hizo un 23+18, mientras que Channing Frye se fue hasta los 14 tantos, con 3/5 en triples. La reacción, tardía de Dallas, tiene una explicación para su técnico, Rick Curlisle: «Tenemos mala suerte». Nowitzki, que aportó 20 puntos y seis decisivos en la reacción, fue autocrítica ante los medios: “Hemos tenido oportunidades. Perdimos dos o tres veces la bola en los últimos 2 minutos. Tenemos que seguir luchando”.