Partido de locos en el Toyota Center, pocas horas después de la salida de Kevin McHale del banquillo de los Rockets. Los de Houston ganaron a los Blazers en la prórroga. Un triple milagroso de Corey Brewer, a una pierna, desequilibrado, en carrera, forzó un tiempo extra (99-99)… en el que Harden anotó los nueve puntos de su equipo (108-103).
Con malos porcentajes (11/29 tiros), pero La Barba firmó 45 puntos, bien sazonados con 11 asistencias, 8 rebotes y 5 robos. Los Rockets, con J. B. Bickerstaff como entrenador interino, cortaron la racha de cuatro derrotas seguidas que le ha costado el puesto a McHale.
“Me entren o no los tiros, tengo que hacer lo que sea preciso para que el equipo vuelva donde debe estar. Esta noche ha sido el principio de esa recuperación”, ha asegurado Harden tras el choque tras hacer 4/15 triples y 19/20 tiros libres.
Ganaron, pero los Rockets aún mostraron ese perfil irregular, inconstante. En el segundo cuarto sólo fueron capaces de anotar 13 puntos (35-46 al descanso). Pero en el último cuarto, sumaron 38 para remontar 15 tantos y forzar la prórroga. Ni tanto ni tan calvo…
Encontrar el punto medio. Ese debe ser el camino de los tejanos para retomar el rumbo. Los 14/44 triples de anoche no parecen un buen síntoma de equilibrio. Pero, al menos, una victoria in extremis ayuda a perseverar. ¿Será este triple agónico de Brewer el punto de inflexión para los Rockets?
Así manejó su zurda James Harden para acabar con 45 puntos. Impresionante último cuarto con 17 tantos, 7 de ellos en el último minuto para remontar un 89-96 adverso. ‘Flicka Da Wrist’!
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