El controvertido caso de Sterling Brown, detenido de esta forma por una patrulla policial de Milwaukee (Wisconsin) y siendo ésta reprimida después por sus superiores por la mala praxis, da un paso más. El jugador ha decidido demandar no sólo a la policía, sino a la ciudad entera.
«Racismo y uso de excesiva fuerza» es la razón expuesta por Mark Thomsen, abogado, para presentar la denuncia.
El agravante, además de la no demostración de que cometiera algún acto ilegal, fue el uso de una pistola con táser. Es un caso que, sin embargo, ha servido de nuevo para denunciar abusos raciales en Estados Unidos, algo sobre lo que la NBA está muy encima.
Sterling Brown disputó la pasada temporada su año de novato. Tiene 23 años y juega en el equipo de la ciudad, los Bucks, cuyos miembros le han apoyado en todo momento.
