Moho tóxico, excrementos de rata y problemas con las cañerías. Es lo que aseguran que se encontraron Colette y Brigham Field, productores de cine porno, cuando le alquilaron una mansión en Los Angeles a Chris Bosh. La versión mugrienta de la casa del terror, en el lujoso vecindario de Pacific Palisades, por la que han demandado al NBA.
En su reclamación, los Field explican que alquilaron el casoplón por un total de 138.000 dólares y, cuando llegaron, se encontraron un panorama desolador. Incluso alegan que tuvieron que pedir asistencia médica «por los mareos y las erupciones sufridas por el tiempo de expisción al moho».
Lo que le faltaba a Chris Bosh, que no juega un partido desde hace más de un año (9 de febrero de 2016) por sus problemas de salud: le detectaron unos coagulos de sangre que ponían en peligro su carrera.