Parece una película de las de antaño, cuando las barreras mundiales eran mucho más difíciles de cruzar, cuando lo ajeno era tan desconocido como mitificado. Pero así es, los yanquis ya están aquí. Es lo de ‘Bienvenido Mr. Marshall’ pero con balones de baloncesto. Mientras la FIBA estudiaba, al cierre de estas páginas, la fórmula para evitar que los NBA con contrato en vigor (y en suspensión estos días por el ‘lockout’) pudieran suscribir acuerdos con salida para volver al final del conflicto laboral, iconos de la mejor Liga del mundo como D-Will ya habían dado el primer aviso, el primer bombazo.
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