Seguramente poca gente sabía que hasta la jornada de ayer los Golden State Warriors no eran el único equipo en condiciones de ‘toser’ el 72-10 de los Chicago Bulls. San Antonio se presentaba en el Oracle Arena con sólo 12 derrotas y la remota posibilidad, incluso, de alcanzar a Golden State en el liderato del oeste. Ya no podrá ser así: los de Oakland vencieron por 112-101, y siguen en la carrera por ser el mejor equipo de la historia en fase regular.
Además, se aseguraron sí o sí el primer puesto en el oeste para los playoff. Las marcas se siguieron batiendo en el día que los locales alcanzaron los 70 triunfos: son el segundo equipo de la historia en hacerlo. El otro ya saben quién es: los míticos Bulls. Para conseguirlo la pasada madrugada, además de un nuevamente sublime Stephen Curry (27 puntos y 9 asistencias) fue fundamental un 14-0 de parcial entre el primer y el segundo cuarto.
Del 15-15 con el que había comenzado el choque en 10 minutos se pasó al 29-15 en un abrir y cerrar de ojos con triples de Rush o Thompson y asistencias de Draymond Green (18+7+6) como acostumbra. Fue una nueva exhibición exterior (12/25 en triples) y de solidaridad en el juego (33 asistencias) de los Warriors. Ante eso, los Spurs poco pudieron hacer.
Si además, el rebote fue favorable a los locales (43 a 32) el triunfo no dudó en ningún momento que camino tomaría al final de choque. En los Spurs, Kawhi Leonard (23 puntos con un 8/12 en tiros de campo) brilló por encima de unos grises LaMarcus Aldridge (11) y Tony Parker (10). Los Warriors no ahondaron en la herida: llegaron a ir ganando por 23 puntos (71-48) y al final del tercer cuarto vencían por 18 (87-69). Ahh, Curry cerró así el partido, como acostumbra cuando está feliz en la pista…
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— NBA (@NBA) 8 de abril de 2016
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