Miami se despega al final de la primera parte y no vuelve a perder una ventaja que le permite sumar su primera victoria fuera de casa por 96-84.
Todo lo contrario que los Timberwolves, que todavía no han vencido en su pabellón del Target Center tras dos partidos disputados. La imagen de este último choque, sobre todo en el apartado ofensivo, no fue muy brillante. Los jugadores de Sam Mitchell registraron un pobre 35% en tiros de dos puntos, y un 33% desde la línea de tres.
Con ese pobre bagaje en ataque es difícil poder plantar cara al equipo de Erick Spoelstra. Sobre todo a sus titulares. Todos pasaron de los 10 puntos, destacando ‘Flash’ Wade, que unió a sus 25 puntos un buen 11/19 en tiros de campo. Incluso fue capaz de anotar un triple que ponía en diez puntos la diferencia al descanso desde el medio del campo tras un robo a Ricky Rubio. Los 18 puntos de Goran Dragic y los 16 y 12 rebotes de un Bosh más que motivado ante uno de sus anteriores entrenadores al que más recuerda, fueron suficientes.
«Él siempre tendrá un lugar especial en mi corazón», destacó Sam Mitchell sobre el ‘1’ de Miami. Ambos coincidieron desde el 2004 y hasta el 2008 en los Toronto Raptors. Pero en este partido, no hubo tiempo para la melaconlía. Bosh y sus compañeros del cinco titular se unieron ante las bajas de Gerald Green y Mario Chalmers para sumar 81 puntos. Los mismos jugadores, pero del cinco inicial de los Wolves, 29.
Esa fue otra de las principales diferencias del choque. Tan sólo Andrew Wiggins, con 12, superó la barrera de los 10 puntos en el quinteto de Minnesota, pero con unos porcentajes, 5/18, bastante pobres. Ricky Rubio se quedó en nueve puntos y cinco asistencias. Los Heat dejan su balance en 3-2, mientras que los Timberwolves, que visitarán a Pau Gasol y sus Chicago Bulls el sábado, quedan con una cuenta equilibrada, con dos victorias y otras tantas derrotas.
¡No te pierdas el triplazo de Wade desde el medio del campo!
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