«Probablemente tendré una buena relación con él». Ésa fue la respuesta, clave y esclarecedora, de Keith Smart, nuevo entrenador del equipo de la capital de California desde la semana pasada (donde empezó de asistente tras dirigir a los Warriors la pasada temporada), cuando le preguntaron en qué se diferenciaría su relación con DeMarcus Cousins a la que el pívot tuvo con su ya ex técnico, Paul Westphal. Sí, mejor para él ejercer como mentor y confidente del que fuese número 5 del draft en 2010, porque al anterior su ‘rifi rafe’ le costó el puesto. El center salido de Kentucky es conocido desde su época en el instituto por ser problemático, tener poca disposición al trabajo y no tomarse muy en serio el tema de la condición física, aspectos todos ellos que no frenaron su alta elección en la lotería de la NBA y que tampoco le impiden hoy en día firmar 14.4 puntos y 10 rebotes de media. Su talento ha podido más que el mando de un ex entrenador jefe que, para colmo, tenía otros muchos problemas.
Carta de despido
Y no, no nos referimos a la que le pudiesen dar a Westphal comunicando su cese, sino a la que se hizo pública anunciando la suspensión de Cousins por un encuentro (el que los Kings ganaron a New Orleans) debido a una fuerte discusión en el despacho del entrenador durante la cual supuestamente el joven divo pidió el traspaso. «No sabía nada de ninguna carta. No sabíamos nada de ningún comunicado ni nada parecido…
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