El especial dedicado a la figura de Kobe lanzado por Gigantes ya está disponible en kioscos. Nuestro director, David Sardinero, explica cómo se trabajó un número muy especial y qué enfoques se tuvieron en cuenta. Aquí, un resumen de los contenidos
Preparar este Especial ha sido uno de los desafíos más importantes que he afrontado desde que estoy al frente de Gigantes. Por cuestiones obviamente sentimentales, pero también logísticas, de las que me suele gustar explicar en este espacio. El fallecimiento de Kobe Bryant nos congeló el pecho un domingo de finales de enero. Nosotros habíamos terminado un par de días antes el número de febrero, el que explicaba el éxito del Casademont Zaragoza. El primer impulso fue intentar parar todo, contar lo que pudiéramos, estar al día siguiente en los quioscos.
La logística de una revista mensual es mucho más compleja y diferente de la de los grandes diarios nacionales. En nuestro caso, la revista ya estaba impresa y encuadernada. La única solución era tirarlas a la basura. Y eso no era una solución.
En ese escenario empezamos a plantear este especial. Decidimos pasarlo al número de marzo, darle espacio, reflexión y el tiempo necesario para preparar algo que verdaderamente estuviera a la altura de la figura de Kobe Bryant, al que ya le habíamos dedicado un Especial en su retirada que no queríamos repetir ni copiar. Pensábamos que los lectores merecían textos nuevos, diferentes enfoques. Un nuevo trabajo, en definitiva. Y partimos de un concepto: un mes después, la muerte de Kobe Bryant ya no era noticia. Queríamos contar su vida, no su muerte.
Alabar su figura y profundizar en ella con algunas de las personas que mejor escriben de baloncesto en nuestro país. Analizar su vida, lo que hizo, lo que supuso para él y para los demás. Explicar sus éxitos y sus errores; sus defectos también y construir un relato que, en nuestro formato, con texto e imágenes, nos ayude a perpetuar su legado. Porque en mi cabeza pretendía hacer un número que dentro de unos años puedas enseñar a tus hijos para que entendieran la dimensión de Kobe Bryant, lo que fue y lo que supuso para nuestra generación. El reto era acertar con los enfoques y la forma de explicar Kobe a todos; a los que le hemos disfrutado y a los que le recordarán como un mito o ni si quiera llegaron a verle jugar.
Para mí, ciertamente Kobe Bryant fue un tipo inspirador, una palabra más utilizada en Estados Unidos que en nuestro país, pero que en este caso creo que ha quedado explicada a la perfección con todo lo que ha rodeado su muerte. Ha sido la gran pérdida de nuestra generación. Kobe nos ha unido, nos ha hecho esforzarnos a todos un poco más en un número histórico y en ese proceso, seguramente nos ha hecho mejores. Como él hizo siempre en una cancha de baloncesto. Descanse en paz.
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