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Análisis: Un pabellón infinito para soñar. ¿Por dónde pasa el futuro de las experiencias de basket? Pabellones, NFT…

Análisis: Un pabellón infinito para soñar. ¿Por dónde pasa el futuro de las experiencias de basket? Pabellones, NFT…

El mundo del baloncesto explora las posibilidades de expansión que el metaverso o las NFT le proporcionan en el mundo virtual.

¿Has visto Space Jam? Pues prepárate para flipar porque un universo similar que unirá el mundo real con el virtual no está tan lejos como creías. Ríete de Matrix. La puerta hacia una nueva realidad se ha abierto y el basket no quiere quedarse fuera. «El mundo digital permite nuevas experiencias para que el fan tenga más maneras de interactuar con el deporte. Se trata de aumentar la interacción. Nosotros estamos invirtiendo tiempo en entender la tecnología y pensar en cómo hacer crecer el negocio. El metaverso, que interacciona el mundo virtual con el real, te permitirá vender 7.000 millones de entradas de primera fila de un mismo partido. La tecnología va más despacio de lo que nos gustaría, pero cada vez nos acercamos más», explicaba Chus Bueno, hasta hace unas semanas vicepresidente de la NBA en Europa, África y Oriente Medio.

Nueva realidad virtual

Los Brooklyn Nets crearon hace unos meses su propio mundo virtual. El proyecto, bautizado como Netaverso, se basa en el concepto del metaverso, un mundo virtual en el que las personas interactúan como avatares de sí mismas. El estreno de la nueva tecnología tuvo lugar el 15 de enero, cuando los Nets se enfrentaron a los New Orleans Pelicans en el Barclays Center y más de 100 cámaras generaron en apenas unos segundos increíbles representaciones de gran realismo en 3D.

Los analistas de Goldman Sachs predijeron hace poco que el metaverso representa un mercado de ocho billones de dólares y todo el mundo quiere llevarse tajada. La NBA aprovechó el All Star de Cleveland para dar a conocer a Nat, el entrenador del futuro, una especie de holograma que habitará en el mundo virtual. Adam Silver se apoyó en el carisma de Barack Obama para dar a conocer la idea. No es un paso aislado sino que hay una estrategia muy ambiciosa. Aprovechando el inicio de los play-off, la NBA puso en marcha una cuenta de Twitter y un canal de Discord dedicados a impulsar proyectos relacionados con las NFT (non fungible token) y el metaverso que tengan un vínculo con el baloncesto. Una de las propuestas es la creación del Google Pixel Arena, un pabellón virtual en el que interactuar durante los descansos de los partidos.

La Euroliga es otra de las organizaciones deportivas con un espíritu más disruptivo. Mientras los clubs mueven ficha para superar la crisis generada por la pandemia y la invasión rusa y decidir qué camino escoge para construir un futuro sin Jordi Bertomeu, la competición y las iniciativas para impulsar el modelo de negocio no se detienen.

Posibilidades infinitas

El gran reto es buscar nuevos métodos para mejorar la experiencia de los aficionados. «La Euroliga quiere diversificar al máximo a sus socios tecnológicos. Nuestro objetivo es conocer mejor a los aficionados y, al mismo tiempo, obtener nuevos métodos de monetización», dice Rayde Luis Baez, asesor estratégico de la Euroliga. «Nuestra misión es la de crear sinergias a través de la tecnología», argumenta Baez, que propone dejar de segmentar a los aficionados por edades. Tecnologías como los NFT y el metaverso están cambiando las reglas del juego de la industria deportiva. «Las posibilidades son infinitas y se acabará haciendo lo que el aficionado esté dispuesto a asumir», adelanta.

En España, el club más atrevido es el Baskonia. “Nuestra propuesta va más allá del concepto del metaverso. La voluntad del club es la de innovar y encontrar nuevas oportunidades para conectar con el fan actual y el fan futuro. Siempre intentamos buscar fórmulas para llenas los pabellones y acercarnos a los hogares de nuestros simpatizantes. Hemos detectado una oportunidad. Ahora hay bastantes metaversos activos. Nosotros estudiamos la posibilidad de alinearnos con uno de los ya existentes o crear nuestro propio entorno”, dice Aitor Jiménez, que se incorporó al club en octubre como director de innovación. En ese momento surgió la posibilidad de alinearse con Outer Ring MMO, un videojuego que crea espacios en el metaverso gracias a la tecnología blockchain. “Tiene un comunidad de usuarios que ya participa habitualmente, pero a la vez, como es un espacio abierto, te permite crear opciones. Nosotros lo aprovecharemos para crear experiencias vinculadas al mundo del deporte. El proyecto incluye la réplica de los entornos físicos y la creación de una tienda que tenga su contrapartida con activos físicos”, añade.

Nuevos modelos de negocio

Jiménez, que tiene experiencia en el Barça y el Athletic Club, tiene clara la hoja de ruta del Baskonia. “Creemos que hay que darles la contrapartida física y real a las experiencias digitales y viceversa, que toda tenga su reconversión. Lo mejor es que aquí está todo por decidir y hemos encontrado el socio adecuado para este ámbito”, argumenta. La versión alfa del juego se lanzará en junio, pero las expectativas son muy altas. “Hemos apostado muy fuerte por esta alianza porque esperamos que surjan muchas cosas buenas en el futuro; desde mejorar la experiencia de nuestro fan a crear una propia economía dentro del juego. Es una oportunidad para fidelizar a los seguidores que ya tenemos, pero también de capturar a nuevos usuarios y consumidores de todos nuestros productos. Esto nos permitirá abordar nuevos modelos de negocio ya que ahora podremos vender tanto espacios físicos como virtuales. Hay una oportunidad real de crear nuevas experiencias que se podrán monetizar”, resume.

Uno de los grandes valores añadidos que aporta el metaverso es la eliminación de las barreras geográficas y temporales. “Imagina que hay un seguidor del juego que es de Sudáfrica y se hace aficionado del Baskonia porque entiende que va a tener una serie de ventajas, a pesar de que no tenga ningún vínculo ni emocional ni deportivo con el club. Nosotros podremos crear tantas experiencias como seamos capaces de inventar para impactar en nuestra masa social”, explica Jiménez. Este nuevo espacio virtual estará abierto las 24 horas de los siete días de la semana. “Lo que buscamos es una recurrencia constante en la que los usuarios participen con misiones, retos diarios, compras o tokens de gobernanza. Las gafas de realidad virtual te permitirán rivalizar con usuarios de todo el mundo en concursos o competiciones que haremos en el Buesa Arena. Quien gane, podrá obtener premios en el mundo real, como asistir a un partido”, avanza.

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La apuesta del Baskonia

El Baskonia sitúa el público joven en el centro de su diana. “Si se analiza la asistencia a los estadios y a los pabellones, uno de los problemas es la ausencia de jóvenes. Están acostumbrados a la inmediatez, a juegos dinámicos que duran 15 o 20 minutos. Un partido de futbol que dura dos horas y que puede acabar en 0-0 es difícil de explicar a un chico o una chica actual. Este nuevo espacio nos permitirá impactar en un nuevo público por descubrir. Queremos ser punta de lanza de una nueva manera de hacer las cosas”, argumenta Jiménez. El club vasco quiere ser el primer club de baloncesto europeo en adentrarse en este nuevo mundo virtual y beneficiarse de sus múltiples ventajas. Una de ellas es la concurrencia de miles de usuarios a la vez. “Los jóvenes invierten en activos digitales. Ya no solo piensan en ahorrar sino que tener una skin en el Fortnite también es un activo”.

Además de generar nuevas experiencias, Baskonia creará espacios como fan zones para que los usuarios puedan vivir los partidos en streaming desde un mismo lugar. Un proyecto así sería difícil de aplicar en una entidad más clásica. “Tener a Josean Querejeta liderando la visión del grupo es una suerte porque apuesta por innovar. Conozco otros clubes en los que este proyecto se quedaría en un cajón. La mentalidad creativa y la capacidad para adaptarse a nuevos escenarios son dos características del Baskonia”, reconoce. El compromiso del club con el entorno virtual seguirá creciendo en los próximos meses, ya que la entidad está preparando su propio equipo de e-sports para competir en los videojuegos play to earn. “Hay que hacer uso de las tecnologías actuales para tratar de imaginar lo que está por venir. Hay que tener la mente en las nueves y los pies en el suelo. Ésa es la idiosincrasia de un departamento de innovación”, explica Jiménez.

 

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