Uno de los grandes protagonistas del momento actual del Barça y de nuestro baloncesto. Saras Jasikevicius analiza en Gigantes el estado de su equipo y la llegada de Pau Gasol.
Saras, ¿qué o en quién es lo primero que pensaste al ganar la Copa del Rey?
No sé, estás metido en vivir el momento. Tienes que estar concentrado para hacer las cosas bien. Sentí una felicidad enorme por los chicos. Para algunos de ellos tener este título era muy importante. La Copa es una competición que dura todo un fin de semana. Llegamos bastante bien al torneo y sabíamos que nos tocaría sufrir durante algunos momentos. Fue una Copa muy merecida. Ganar a Baskonia y a Madrid de la manera que lo hicimos, tiene mucho mérito.
¿Cambia mucho la sensación de ganar cuando eres entrenador que cuando eres jugador?
La sensación es igual. Lo que pasa es que a veces los entrenadores queremos parecer que somos sólidos en todo momento, tenemos que dar una imagen, y yo no quiero ser así. A mí me gusta celebrarlo con mis chicos. Quería sacar al niño que llevo dentro y la verdad es que lo disfruté mucho. Fue un momento para celebrar-lo con el staff y con el equipo. Los momentos de gloria, de títulos, son así. También hay que estar muy juntos en los momentos difíciles. Lo disfruté mucho porque el título era muy importante para los chicos.
¿Duerme menos un entrenador que un jugador?
Mucho menos, no tiene nada que ver. Trabaja mucho más un entrenador que un jugador. El cansancio es diferente, mucho más mental. Cuando eres jugador, el cansancio es muy físico. Un entrenador no duerme mucho, la verdad.
La afición del Barça está muy ilusionada con este equipo. Pese a no tener público en los pabellones, ¿notáis ese cariño?
Sí, estamos notando mucho el cariño de los aficionados, aunque no podemos hacer mucha vida por las calles. La única verdad que existe es que hemos ganado un título. La gente espera mucho más y hay que ir poco a poco, trabajar muy seriamente a diario. La Copa no es fruto de un fin de semana sino de la pretemporada, del esfuerzo de los chicos, del staff, de los médicos, de mucha gente… Y eso no se construye solo.
El equipo acabó jugando muy bien en la Copa de Madrid, pero en el primer partido os costó mucho coger el tono competitivo. ¿Por qué?
Tenemos que hablar de lo que nos está costando empezar algunos partidos. Además, somos un equipo que no acaba de jugar bien cuando tiene una ventaja a favor. Tenemos unos cuantos ejemplos. Hay que entender que no todo es de color rosa y bonito. Tenemos nuestros problemas, pero lo que es importante es detectarlos y saber cómo los podemos afrontar. El equipo perfecto o ideal no existe y nunca existirá. Los rivales también conocen nuestros puntos débiles e intentarán aprovecharlo. La Copa ya está en el museo y tenemos que olvidarla. Este título no nos lo podrá quitar nadie, pero ya se ha acabado. Tenemos que olvidarlo.
Contra TD Systems Baskonia y Real Madrid, la sensación de control fue grande. ¿Dónde estuvo la clave?
Los chicos entendieron que, si jugábamos con el nivel que lo hicimos contra el Unicaja, con todo el respeto hacia ellos, no íbamos a ganar nada. Se recuperaron muy bien del esfuerzo hecho, pese a que no se fueron a dormir hasta la una de la noche. Si tengo que decir algo negativo, igual no supimos respetar lo suficiente al Unicaja. Quizás yo no hice bien mi trabajo de preparación y ellos hicieron un partidazo. Los chicos lo entendieron como un aviso muy importante.
¿Qué ajustes hiciste tácticamente para que la defensa de cambios funcionara tan bien?
En todos los partidos estamos probando cosas. Si una cosa funciona desde el principio, no la cambiamos, pero tenemos diferentes opciones y jugadores para hacer cambios en defensa y en ataque. La verdad es que el tema mental es mucho más importante.
La defensa y las asistencias definen el juego de este Barça. ¿Cómo se consigue que el equipo crea en su juego colectivo?
La defensa no tiene que ver con jugadores grandes. Es esfuerzo y sacrificio. También entender que hacer una falta buena, aunque implique ir al banquillo, puede ser muy importante para este equipo. Los chicos se están esforzando mucho. En ataque, los jugadores importantes han entendido que no pueden ganar solos. Ellos se necesitan los unos a los otros e incluso necesitan al entrenador para que les ayuda a ir por el mismo camino. Un jugador solo nunca hará nada en este deporte porque éste es un deporte de equipo.
Cuando Augusto Lima fue padre diste un ejemplo que se hizo viral de cuáles deben ser las prioridades de un deportista. ¿Qué lugar ocupa el basket en la vida de Saras?
Un lugar de los más importantes en mi vida. Es algo que debe ir junto. Mi familia debe entender que tiene un señor que a veces no está en casa y yo también tengo que esforzarme por pasar tiempo con ellos y darle respeto a lo que es más importante; la familia. El año tiene unas semanas muy duras en las que juegas cuatro partidos y no puedes ver a los tuyos. Es muy difícil, pero tienes que tener una mujer que te comprenda. Incluso los niños entienden que hay períodos en los que papá no está en casa. Me considero a mi mismo un afortunado que tiene este trabajo. Ojalá pueda seguir así.
Eres muy exigente pero todos los jugadores te respetan mucho. ¿Cuál es la clave y dónde está el límite?
No sé dónde está el límite, la verdad. La claves es ser honestos. Yo con ellos, y ellos consigo mismos. Ellos tienen que saber cuándo hacen bien su trabajo, cuándo lo hacen mal. Es algo humano hacerlo mal, pero no dos o tres días seguidos. Entonces entramos en una mala dinámica. Ellos saben que voy a ser honesto con ellos. El vídeo a veces ayuda a tener ese balance de poder decir: mira lo que yo te pido y mira lo que has hecho tú. Y a veces claramente yo me equivoco y tengo que admitir que lo he hecho mal.
Cory Higgins fue el MVP de la pasada Copa del Rey. ¿Por qué su toma de decisiones es tan buena?
Lo primero es que está en un buen estado de forma. Está muy cómodo. Y con Niko (Mirotic) teniendo algunos problemas en la Final, con el golpe que recibió, Cory tuvo que tomar más responsabilidades. A veces un jugador te encaja en tu plan de juego contra un equipo. Y a veces no. Pero tenemos muchas opciones. Un día puede ser Niko, otro Cory, otro Brandon (Davies)… Tenemos tiradores que pueden hacer daño saliendo de bloqueos. Mi trabajo es aprovecharme de nuestros puntos fuertes en cada partido concreto.
Hablemos de Leo Westermann. ¿En qué mejora el equipo con él en pista?
Es uno de estos jugadores que no se nota lo que hace, pero siempre dan el balón en el momento justo y en la situación perfecta a un compañero. Sabe lo que pide el entrenador. No es espectacular, pero es uno de los más inteligentes de Europa. Todavía le falta ritmo, puede hacerlo mejor, pero es listo y sabe cuándo tiene que hacer una falta o cuándo dar un pase exacto.
¿Cómo te gustaría ser recordado?
Es muy pronto para hacer esa pregunta. Sobre todo quiero que el equipo sea sacrificado en defensa, con esfuerzo, trabajo sucio. Y en ataque, que jueguen juntos. Que disfruten. Saber que igual un día tú metes 5 y el compañero 20 y al día siguiente, al revés. Eso es para mí jugar juntos.
¿Está a su máximo nivel el Barça o puede mejorar en la segunda parte de la temporada?
Los que ganan títulos al final de temporada son los equipos que van mejorando a lo largo de diez meses. Lo estamos haciendo. Estamos mucho mejor que en septiembre u octubre y no hay que parar ahora. Hay que seguir con ganas de mejorar.
Acaba la frase: cuando acaba la temporada, estarás contento, si…
Lo primero es mejorar. Sin ninguna duda. Esto me haría muy feliz. Pero estamos en el Barça. Hay que ganar.
¿Te has encontrado al club muy cambiado de tus anteriores etapas?
Sí, si. No te voy a mentir. El club ha pasado una época mala y todos estamos esperando al 7 de marzo, que pasen las elecciones, y que esto pase. El Barça, por sus seguidores y su grandeza, se lo merece.
¿Qué le pides al nuevo presidente?
Una vez de broma dije que quería mucha pasta para el baloncesto, pero también dar tranquilidad al barcelonismo. Dar un proyecto a todos los deportes. Algunos de los mejores del mundo están en las secciones. Hay entrenadores increíbles. Queremos que esto esté en manos de deportistas. Que podamos trabajar de forma correcta. Y que los directivos se preocupen de lo que tienen que preocupar. De asuntos de imagen, marketing…. Todo lo que es su trabajo. Y que los deportistas puedan hacer su trabajo.
A ti los aficionados te quieren mucho, como en su día a Guardiola. ¿Te gusta la comparación?
Bueno, claro que me gusta, no voy a mentir. Pero Guardiola me queda muy lejos todavía…
Pesic, Aíto… ¿Te ves entrenando a su edad o desgasta demasiado entrenar?
Es verdad que ser entrenador desgasta mucho y la única verdad que existe es que el entrenador solo puede sobrevivir la semana que viene. Esto es un trabajo muy duro y yo soy totalmente consciente de en qué consiste mi profesión y en qué club me he metido. Ya como no puedo jugar… solo puedo hacer esto.
La última, ¿qué puede aportar Pau Gasol a este equipo?
Hay dos cosas en este asunto que hay que pensar. Lo primero es que Pau, viniendo al Barça, es un plus muy importante para el club, para los aficionados y para la historia de este equipo. Lo segundo y lo que yo creo que es la clave, es su momento físico. No ha jugado en casi dos años y tenemos que valorar honestamente qué nos puede aportar Pau, cuál es su situación física y, lo más importante en todo esto, que Pau lo entienda. Estoy seguro de que Pau va a ser honesto consigo mismo y todos juntos vamos a hacer lo mejor para él y para el Barça.
*Contenido publicado en la revista en papel de Gigantes del Basket de marzo
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— Gigantes del Basket (@GIGANTESbasket) May 2, 2021
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