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Vivimos desde dentro una sesión de tiro con Sergio Rodríguez

Vivimos desde dentro una sesión de tiro con Sergio Rodríguez

Recuperamos un texto de nuestra revista en el que nos adentrábamos en el mundo de los entrenamientos de tiro

Es común escuchar muchas historias sobre cómo trabajan los jugadores es verano. E incluso ahora, en la era de YouTube e Instagram, muchos publican los highlights de sus entrenamientos, hasta llegar al punto contrario, casi tener la sensación de que si no lo subes a las redes sociales, no entrenas. Lo que es menos habitual es que un periodista tenga acceso presencial a una de esas sesiones de entrenamiento en pabellones vacíos, donde de verdad mejoran los jugadores y se afinan sus recursos. Es quizá la parte más desconocida del trabajo de las estrellas… y la menos lucida al mismo tiempo. Gigantes tuvo la oportunidad en verano de vivir en primera persona una de estas jornadas de entrenamientos privados de Sergio Rodríguez -cuando el español estaba en el CSKA- con uno de los entrenadores de tiro más prestigiosos del planeta, con pedigrí NBA.

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Remóntense a verano. Un día cualquiera de agosto, de esos en los que a la mayoría de los españoles nos da igual si es martes o jueves, si es 5 u 8. Y piensen en Madrid, con más de 40 grados y menos tráfico que nunca. En ese contexto se sitúa esta historia, en un pabellón completamente vacío. El Chacho había sido padre por segunda vez dos días antes y se cita con John Townsend, ‘JT’, en la Universidad Francisco de Vitoria, entre Pozuelo y Majadahonda. ‘JT’ es un viejo conocido del Chacho; coincidieron en los Portland Trail Blazers, cuando Sergio Rodríguez era un chaval recién llegado a la NBA, y casualmente sus caminos se volvieron a cruzar en Philadelphia, donde Townsend acaba de fichar como entrenador de tiro de los Sixers. Entre ambos se estableció una gran relación que le ha llevado a ayudar al canario en muchos momentos de su carrera y ser pieza clave en su mejora del triple. Un crecimiento en los porcentajes que tiene mucho que ver con el trabajo, en un área del juego donde los milagros no son habituales.

JT recibe al Chacho pronto, sobre las 10 de la mañana, en un campus desierto, en el que ambos aparcan sus coches junto a unas obras de reforma de las instalaciones de la universidad. Los albañiles que allí trabajan y un operario que abre las instalaciones son los únicos testigos de lo que dentro de ese pabellón sucede durante toda la semana, los días que este entrenador estadounidense pasa en Madrid tras viajar para trabajar específicamente en estas sesiones con el base. Un saludo rápido y comienza la sesión, con una herramienta que utiliza habitualmente JT para afinar la puntería de los jugadores con los que trabaja: un palo vertical sobre el que apoyan el codo para conseguir perfeccionar su ángulo de lanzamiento y giro de muñeca en estático. «El lanzamiento es un gesto completo y es clave todo lo que en él interviene», empieza a explicar a Gigantes John Townsend: «Desde las piernas hasta la muñeca. Todo influye. Por eso la colocación inicial del codo y el ángulo que se adquiere es importante».

Unos minutos más tarde empieza un bombardeo sobre el aro. Sin más herramientas que el aro y un balón. Cambiando posiciones, situaciones. Repitiendo hasta la saciedad, con ligeras correcciones del entrenador y desde diferentes puntos de lanzamiento, con step-backs y movimientos laterales, siempre más allá del 6.75 metros. En total, casi 300 triples lanzados por el Chacho en apenas media hora de máxima intensidad, con un porcentaje de acierto espectacular: 250 de 298 lanzamientos, un 81% que calcula y anota a mano el propio JT. Es el cuarto día consecutivo de entrenamiento y en cada uno de ellos ha lanzado unos 300 triples en diferentes posiciones, con un porcentaje de acierto superior al 75% en todas las sesiones.

El progreso en el lanzamiento de Sergio Rodríguez

«El Chacho es el prototipo de jugador que ha mejorado en su lanzamiento de 3 desde que empezó su carrera», continúa explicando Townsend tras terminar la sesión. Y los números le dan la razón. En sus dos primeras temporadas en la ACB, con el Estudiantes, Sergio Rodríguez promedió un 32% y 31% respectivamente. De hecho el lanzamiento exterior era uno de sus puntos débiles y no lanzaba ni siquiera un triple por partido. Ahora el tiro de tres se ha convertido en un arma determinante del Chacho, que lanza 6 por encuentro en la Euroliga con un gran 43% de acierto (en el año de su MVP en la Euroliga alcanzó un espectacular 50% de acierto, aunque lanzando un poco menos).

«En el baloncesto actual el lanzamiento y en concreto los triples, son determinantes», analiza JT: «No sólo por ser el lanzamiento más productivo, sino por la amenaza y el espacio que genera en el juego». Un tipo que sabe de lo que habla al que le pedimos un referente en esto de tirar triples, una mecánica perfecta para él: «Petrovic», responde sin dudar. Palabras mayores. Pero piensen que en cada verano, en pabellones vacíos, muchos entrenadores y jugadores estarán invirtiendo sus horas en ellos mismos, en busca de una mejoría que en la mayoría de los casos sólo llega a base de trabajo y miles de lanzamiento. Repeticiones eternas en pabellones sin público.

 

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