Na, na, na… ‘Alta costura, todo regalao’ que dice Rosalía. Lo primero se lo compramos. Partido de punto y confección, trabajado atrás sin restricciones. El mejor partido de lo que llevamos de campeonato no va a hacer que la gente se enloquezca con el basket, pero debe servir para ver que cada día vamos a ser mejores.
Los dos equipos por debajo del 50% en tiros de campo -y del 30 en triples-. Con el dato horrible de 15 pérdidas y 12 asistencias, nosotros que asistimos 8 de cada 10 canastas que metimos. Pero hoy no hay que hablar de tiros metidos, sino de unos cuantos tiros pegados.
Nos despertamos, nos ajustamos
Hasta que llegue cuartos y nos pongamos la cabeza en su sitio, tenemos unos cuantos días de paz mental. Nos toca Serbia en poco, pero ya hemos pasado el primer examen. Tres choques de pretemporada en el grupo de la primera fase nos hicieron dudar, pero Italia ya no era para siestas. Lejos de mostrar un nivel brillante en ataque, Sergio Scariolo ha castigado al rival haciéndole dudar de todo. Hasta de sus puntos y sus puntales. Ya no es lo que metiera contra Filipinas o Angola, es que a Serbia le hizo 77. 60 puntos, de los que Gallinari metió 15, en tan solo 9 tiros. Y por ejemplo Belinelli, 16, que solo resultaron en 7 puntos -0 de 6 en triples-.
De la ansiedad al poder
Qué mal empezó la cosa para Ricky Rubio y para Marc Gasol. En ataque, claro. Nuestras peores sensaciones se dispararon con Ricky asumiendo tiros, hasta dos en poco tiempo desde la esquina. Pérdidas de balón y malas decisiones. Con Marc la cosa era diferente, nos costaba verle y cuando le encontramos, no le funcionaron los dedos. Eso sí, tras el paso de Sergio Llull por el partido -eléctrico-, anotamos en seis ataques seguidos y todo se relajó. No deberíamos preocuparnos, porque el buen trabajo se hacía atrás. Cuando Rubio volvió al partido, ya no tuvo nada qué demostrar. Ni que forzar. Controlar el ritmo.
Marc Gasol
Solo una canasta, pero qué bonica, madre mía. La que nos puso tranquilos, con ganas de una copa tras el café, que para eso es viernes de verano. Antes, para los que viéramos a los italianos en ataque mareados, también estaba marcando diferencias. Pero gritando y ordenando la mejor defensa que hemos jugado. A veces se nos ha ido la cabeza y le pedimos que domine en ataque, sin olvidarnos que años atrás se convirtió en el mejor defensor de la NBA, el primero que sin nacer en EE.UU. lo conseguía.
Sergio Llull
Es titular no os engañéis. Sale desde el banco para mosquear. Le ha durado a Scariolo dos minutos en el banco en el último cuarto. Le ha dado igual asumir todos los tiros malos. Sus mandarinas son buenas hasta cuando no entran, porque no hay mortal que se atreva a dejarle. No todo es asumir los buenos tiros, también los malos.
Patio de colegio
El mejor partido de Juancho Hernangómez llegó siendo él. Detectaron las pizarras que Gallinari o Datome le tomarían en defensa y lideró la mejor ofensiva de España. Desde que marchó para Denver, donde fascina con su facilidad para crear sin bola, es uno de sus mejores partidos. Se sintió tan importante como llevamos semanas escribiendo que es. Fueron 7 puntos seguidos sin fallo para volver del descanso.
Stats
Ganamos el rebote y el ritmo del partido (43). No cedimos nada más que 3 en ataque. Perdimos mil bolas (15), pero muchas al principio (8, en 12 minutos). Y los más valorados fueron Víctor Claver y Rudy Fernández. Marc manda y ejecuta en defensa, pero estos dos son muy buenos a la hora de que los rivales no metan.
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