La selección española estaba muy dolida por lo que ocurrió el verano anterior: en el Mundial de 2014, celebrado en casa, España había caído en cuartos de final contra Francia. Un año más tarde, era el país galo quien organizaba el Eurobasket 2015 y su camino volvió a cruzarse con el de la selección española en semifinales. Pau Gasol, como todos, tenía la espina clavada y se resarció con una de las actuaciones más icónicas de su carrera: 40 puntos (12/21 en tiros, 16/18 en tiros libres) y 11 rebotes en 36 minutos de juego para derrotar a Francia en un partido que necesitó prórroga.
La exhibición de Pau
Y los mates, los gritos, los aldabonazos en el pecho. El lenguaje corporal de un gran líder que aquella tarde salió a comerse al rival que tenía enfrente. España acabaría conquistando el oro de aquel Eurobasket 2015 derrotando cómodamente a Lituania en la final por 80-63, con 25 puntos y 12 rebotes de Pau Gasol. Pero para todos, la imagen de aquel torneo fue la de aquel 17 de septiembre. El día que Pau Gasol conquistó Francia.
El partido íntegro