SELECCIONESEstás viendo//[Historias de 2022] Revivimos el EuroBasket con Alberto Díaz, partido a partido
[Historias de 2022] Revivimos el EuroBasket con Alberto Díaz, partido a partido

[Historias de 2022] Revivimos el EuroBasket con Alberto Díaz, partido a partido

Han pasado varios meses de la final de un torneo inolvidable y le proponemos una experiencia a Alberto Díaz: revivir partido a partido el Eurobasket, los momentos previos y cómo le ha cambiado su vida.

El base del Unicaja es uno de los jugadores más queridos del baloncesto español. Uno de esos tipos que solo odian los rivales cuando le tienen delante defendiéndoles, apretándoles las tuercas. Un gran trabajador que ha conseguido llevar los focos y los likes a las acciones defensivas. Pero que hace mucho más que defender. Un base sólido que brilló en el Eurobasket y que también lo está haciendo en este final de año con su club.

Este 2022 ha sido especial para ti

Mejor dicho, ha acabado bien. Ha sido un año duro y complicado también por la temporada en Málaga con Unicaja, pero desde mitad de año para adelante, ha sido maravilloso. El Eurobasket fue de ensueño y el inicio de temporada está siendo bonito. De menos a más.

Se ha hablado mucho de tu defensa este año. ¿Se puede llegar a disfrutar defendiendo?

Yo disfruto de todo. Ahora se pone etiquetas a todo, a la gente que defiende. Yo como jugador hago más cosas pero obviamente sé que destaco por la defensa y se me da bien. Yo creo que el que ama el baloncesto le gustan las dos partes del campo, ataque y defensa. Se pueden sacar provecho de las dos y ayudar al equipo en las dos. Y a mí me gusta más de lo normal defender, eso es así.

¿Y crees que a veces se infravalora lo que hacen en ataque esos jugadores a los que se etiquetan como buenos defensores?

Puede ser. Creo que encasillamos demasiado. Si uno es buen anotador, buen reboteador… Es algo de la sociedad y yo sé que los entrenadores ven más allá que eso. Al mismo tiempo es normal que la gente te identifique por lo que haces mejor.

Si nos aproximamos al Eurobasket. ¿Cómo recuerdas la llamada, el momento de volver a la selección, y cómo fue ese proceso hasta las lágrimas de la final?

En el verano, durante la concentración, me comunican que no voy a seguir. Y es un momento duro. En mi caso no soy uno de los fijos en verano, era mi primera preparación de una gran cita, y es algo que te puedes esperar, pero siempre tienes esa ilusión. Y cuando te dicen que no sigues, te duele. Me centré ya en la pretemporada del equipo y hay una llamada en la que me dicen que hay posibilidades de que vuelva y me reincorpore. Evidentemente digo que sí, ahí tienes que ir aunque sea para llevar el agua a los que juegan. Se mezclan nervios, tensión e incertidumbre porque pasa un día o día y medio hasta que se decide. No sabía qué iba a pasar porque se tenían que poner de acuerdo también con el club, el seleccionador… Todos. Cuando se hizo oficial fue cuestión de horas estar allí.

Y cuando empieza la competición. ¿En ese momento pensáis de verdad que podíais llegar a ganar o era algo utópico?

Es verdad que yo me perdí parte de ese proceso, pero la idea era ir, competir y darlo todo, hasta donde llegásemos. No íbamos con ningún complejo. No teníamos ningún objetivo claro, pero no nos veíamos peor que el resto.

Aquí empezamos a revivir el torneo. Empezáis contra Bulgaria. Un partido fácil que os lleváis cómodamente

En el primer partido siempre hay algo de nervios y sabes que son días que se te pueden complicar. Tienes que ver sensaciones, ver dónde te encuentras. Empezamos fuertes, sacamos ventaja y en el último cuarto nos dejamos ir un poco. Fue un buen test para saber que estábamos bien, donde queríamos.

Llega Georgia. Ahí tú te vas a 8 puntos y tienes continuidad. Otra victoria y de nuevo, tú con minutos

Teníamos una idea clara de que había que parar a McFadden, que sabemos que es un microondas. Que no se calentara porque te puede ganar el partido. Yo me encontré cómodo, bien, y vi que era un buen partido para mí. Trabajando cara a cara con un jugador para que no la reciba. Tengo cierto protagonismo y me voy sintiendo mejor.

Lo siguiente fue la derrota con Bélgica. ¿Hubo algo de dudas ahí o fue más el ruido que se generó desde fuera?

Esos partidos te ponen sobre aviso. Habíamos acabado muy tarde contra Georgia y el siguiente partido era no sé si en 16 horas. Entre que llegas, cenas y tal, te cuesta dormir, hay tratamientos… Nos acostamos tarde y al día siguiente, partido pronto. Te intentas meter pero son de esos días que el cuerpo no te responde igual. Pero también te das cuenta y dices: “oye, si no estamos a tope, no ganamos a nadie”. Recuerdo a los más veteranos, con tranquilidad, sabiendo que quedaba mucho y que no podíamos frustrarnos por perder. Desde fuera notamos cierto nerviosismo, pero dentro se decía: “no pasa nada, esto lo hemos vivido más veces” y los veteranos nos dieron mucha tranquilidad.

Montenegro sirvió para volver al carril…

Un equipo balcánico. Grandes, todos hacen de todo, todos tiran… Y dos jugadores clave como Dubljevic y Kendrick Perry. Recuerdo defender bien a Kendrick, que traía buenos números, y un buen partido en general del equipo, sólido.

Acaba la primera fase con Turquía, con ese final de infarto agónico

Era importante y nos jugábamos mucho. Ahí te empiezas a plantear cruces, pero lo que queríamos era dar un golpe en la mesa. Demostrar que queríamos competir con las grandes selecciones. Fue tenso y sacamos nuestro mejor carácter.

El día de Lituania, en octavos, quizá fue el día que más cerca del abismo os vimos

Nosotros sabíamos que ellos eran los favoritos, estábamos tranquilos. Tenían nombres, estrellas y más presión. Honestamente creo que fue nuestro punto de inflexión. Como ese partido en el vestuario no celebramos ninguno. Ahí vimos que podíamos ir a por todas. Que si habíamos ganado a Lituania podíamos ganar a cualquiera. Fue una batalla, uno de los partidos que disfrutas jugando.

Llegamos a los cuartos de final, contra Finlandia. ¿Qué pasó en ese descanso para que todo cambiara?

Ahí aparecen los grandes líderes. Rudy Fernández habló con nosotros. Nos puso en nuestro sitio. Nos dio ese toque de atención necesario para espabilar. Y él nos guió en esa remontada. Nos ayudó muchísimo porque es verdad que en ese partido hubo momentos de tener la sensación de que no éramos capaces de darle la vuelta.

Y por fin, Alemania. Uno de los grandes partidos de tu carrera. Todavía se acordará Schroder de ti

La gente se acuerda del gesto, de que no anotó en los últimos 7 minutos… pero no hay que olvidar de que llevaba 30 puntos. Ya estábamos entre los mejores y era una gran oportunidad. El plan era llegar con vida a los últimos cinco minutos. Ellos jugaban en casa, tenían presión, público, eran organizadores… Esa era la clave. Jugárnoslo en los 5 minutos finales. Hubo un momento que se fueron a 8 o 10 y pensé: “como no nos metamos se nos escapan”. Fue un partido increíble. Todo el mundo aportó y lo sacamos por carácter.

La final quizá pareció más asequible, pero entiendo que para vosotros fue un partido diferente a todos, había que rematar

Parece más cómodo desde fuera que desde dentro. Cuando estás ahí, aunque vayas 15 arriba, te meten dos canastas y te puede entrar el miedo. No disfrutas igual. Salimos muy fuerte, con Juancho sensacional. Estuvimos muy serio. Sabíamos que eran un equipo de individualidades pero que les costaba más jugar en equipo, que nosotros teníamos los roles mejor definidos. Y lo sacamos.

He visto que no te considerabas el ‘héroe del pueblo’, pero es cierto que gracias a ti se han valorado partes del juego que antes no se destacaban tanto. Ahora se viralizan las jugadas defensivas y cosas así

Es bonito y es de agradecer que la gente te valore tu esfuerzo y tu sacrificio. O ver la ilusión de los niños. A veces no estás tanto en el foco como los anotadores o gente que son estrellas metiendo 20 puntos, y es algo que agradeceré siempre. El cambio social, mediático, que he notado, ha sido fuerte, y lo agradezco mucho. Pero yo soy una persona de equipo. Ganamos todos. Y doy al equipo lo que puedo dar. Pero no soy partidario de decir: “hemos ganado gracias a Alberto, o gracias a otro jugador”. Ha sido un Eurobasket de todos y eso fue lo bonito. Todos tuvimos algún momento de protagonismo. Los héroes fuimos los 12 jugadores, no uno concreto.

¿Qué te ha cambiado a ti el Eurobasket y en el Alberto Díaz que vemos después?

Honestamente me veo igual. Voy a los mismos sitios, a las mismas calles, con la misma gente. Es verdad que te reconocen más, te paran más… El calado social es mayor. No solo en Málaga. En otras ciudades también. Pero como persona, soy el mismo. Y como jugador sí considero que he dado un paso adelante y he mejorado. Es algo que te lo da solo el poder jugar esos campeonatos. Te hace mejor jugador. Te enfrenta a los mejores, te exige y te pone en situaciones de presión, de todo. Siento y noto que he mejorado. Estar ahí y ganar también te da más respeto, te da galones. Es un paso más.

 

Deliza hacia abajoSigue deslizando hacia abajo para ver más contenidos
Desliza hacia abajoSigue deslizando hacia abajo para ver más contenidos
Cargando el siguiente contenidoEspera un momento por favor :)