José Manuel Calderón comenzó el verano en los New York Knicks, pero en tan sólo unas semanas ya ha cambiado dos veces de equipo.
El extremeño fue traspasado el 22 de junio a los Chicago Bulls en el movimiento que llevó a Derrick Rose a la Gran Manzana. Sin embargo, desde el pasado día 7 es jugador de Los Angeles Lakers, donde, de momento, comenzará la próxima campaña.
Tantos cambios no preocupan demasiado al internacional español, feliz de recalar en la franquicia angelina, como ha destacado en una entrevista al diario La Razón: “Desde fuera parece mucho peor de lo que es”.
Calderón entiende que ir de un conjunto a otro forma parte del mercado NBA y lo asume: “Es la parte fea de la Liga. Con un contrato alto como el mío era difícil de colocar en muchos sitios y los Lakers eran la mejor opción por varias cosas. Va a ser interesante”.
A sus 34 años, y con 12 temporadas de experiencia en la Liga, Calde no descarta acabar su vida deportiva en su nuevo hogar: “Hay chicos con talento y luego veteranos como Mozgov, Deng y yo. Me gusta el equipo y no busco ganar más dólares. Igual me quedo en los Lakers hasta que me retire”.
El villanovense, que se encuentra concentrado con España, quiere colarse entre los 12 convocados por Scariolo para los Juegos Olímpicos que empiezan el próximo día 5 de agosto, lo que supondría su cuarta presencia en una cita de este calibre.
Por esa razón, para Calderón este verano significa algo especial: “Serán mis últimos Juegos y algo distintos para mí. Lo mejor es la sensación de todo el mundo que está en la Villa de lo difícil que es llegar hasta allí”.
No será un camino fácil para España en Brasil, como ha destacado el jugador formado en las categorías inferiores del actual Baskonia: “Antes de llegar a la Final hay que superar a muy buenos equipos: Serbia, Francia, Brasil, Argentina…Podemos empezar muy bien y perder en el día clave. Esto da muchas vueltas”.
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