Pau Gasol ha comparecido ante los medios de comunicación como Embajador global de la Copa del Mundo 2023. Sentado junto a Sue Bird, quien ocupa ese mismo papel en el siguiente Mundial femenino de 2026, estas han sido las palabras del exjugador español.
«Ser campeón del mundo es algo que se queda contigo para siempre. No sé si define tu vida, pero es algo de lo que puedes estar extremadamente orgulloso. Representar tu país es único y especial. Hemos sido afortunados de hacerlo muchas veces. Hacer llorar, saltar, gritar o emocionar a tu país es la belleza de todo esto. A veces sufren contigo, es parte de esto también. Para nosotros, 2006 fue un gran momento. España pudo hacerlo de nuevo en 2019. Construimos una identidad y cultura que ha tenido continuidad. Estoy muy orgulloso de ver a los jugadores jóvenes crecer con esos valores y conceptos que construimos a lo largo de los años. Es especial.
Me gustaría ver a más niñas jugando a baloncesto. En mi fundación miramos la actividad física, niñas que hacen deporte y el número de ellas que lo dejan cuando pasan los 12 o 13 años de edad. Me gustaría que el número de jugadoras creciera. Que si quieren ser jugadoras, que puedan. Eso es lo que me gustaría ver, más niñas emocionadas por jugar a baloncesto, hacer deporte, estar activas, sanas, cumplir sus sueños.
Fue lamentable todo lo que sucedió. Era un momento muy bonito e histórico para nuestra selección por quedar campeona del mundo y de pronto todos los titulares se dirigieron hacia las acciones del presidente de la Federación. Yo sentí rabia en ese momento. Me afectó de manera muy negativa. Esperaba, obviamente, que se pudieran tomar ciertas medidas y que aceptara su responsabilidad (Rubiales), que lo admitiera: ‘me he equivocado, lo lamento’. Porque al final está en una posición de responsabilidad, de liderazgo y de representación del país. Es el momento de dar el apoyo a Jenni, al fútbol y al deporte femenino, a la figura de la mujer y a partir de ahí esperas que los organismos al mando tomen las decisiones que necesitan tomar por el bien de, en este caso, no solo del deporte. Esto va más allá del deporte porque es una cuestión de valores humanos y valores de sociedad, valores de país y la imagen en ese momento que tendría que ser de orgullo, de exaltación, fue un poco una imagen de vergüenza. Esperemos que se tomen medidas y a partir de ahí pues podamos que esto sirva pues en un momento de progresión, de progreso, de avance y de mejora.
El deporte es un educador increíble, es extremadamente valioso. Animaría a cualquier niña o niño a que vaya a por ello. La escuela es importante, pero los valores que aprendes a través del deporte son algo que tendrás para el resto de tu vida.
El impacto de Kobe realmente me influyó, me afectó y me inspiró a involucrarme y ser proactivo. Él tenía planes, podíamos verlo. Quería que Gigi tuviera las mismas oportunidades que él tuvo. Él fue parte de ese cambio, y me inspiró y me conmovió. Me abrió los ojos, siendo parte del cambio»
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