El balonmano fue su hermano mayor, el baloncesto el juego practicado por sus padres. En un país dónde no se pueden compaginar deportes, pronto tuvo que ir a Alcorcón desde Villaviciosa (localidades del suroeste de Madrid) para hacer solamente basket. Y luego… al norte, Valdebebas.
Juan Núñez tiene 19 años y la mayoría de edad deportiva la vivió la temporada al completo con la primera plantilla del Real Madrid, con 17 años. Muchos ahora piden que no se hinche el globo de un humano tan joven. Ya es profesional y ya ha ganado tanto que lo natural es hablar de su presente. Que es lo de esta semana, conseguir que se hable cada vez menos de Lorenzo Brown (casi MVP del pasado Eurobasket), de Ricky Rubio (MVP del pasado Mundial) y de Sergio Rodríguez (MVP del pueblo y base español más en forma al final de la pasada temporada).
Precisamente es el estilo del Chacho el que más se podría asemejar a lo que hace Juan Núñez, en esa obsesión maniática de buscar en la memoria patrones para lo que no existe, cada jugador genial es único en sí mismo. Teodosic es una referencia estética para el villodonense, a veces parece que imita la “cara de nada” del serbio, pero como si no protegerte de todos los que te miran y esperan algo de ti. Juan Corbalán es el otro gran nombre que se nos viene a la cabeza, por tocayo, por tierra de nacimiento, por posición y por advenimiento temprano en la Selección (hablamos de Ricky, pero es que Corbalán debutó con 17 años con la absoluta).
Su camino en las inferiores y en la Liga EBA donde llegó de cadete nos ha mostrado gran capacidad de defensa en poste bajo (gran envergadura y correcta posición), muchos robos de balón por lo mismo, tapar líneas. Y en ataque a su ritmo, pasará cuando toque y tirará sabiendo que muchos dicen que no es su fuerte (pero la mentalidad siempre ha sido ganadora y eso mata las dudas).
A 28 de agosto si en los cruces fallara España entonces le querrán crucificar a él o a quién le puso a jugar, pero es que es el mismo jugador el que se pone en esta dimensión, la de llegar al gran público y transmitir sensaciones a los que no le conocían nada. Cada día que pasa su clausula en Rathiopharm Ulm es más barata pero cada día su posición en el próximo draft sube y le dará un potencial contrato más alto. La hoguera vanidosa de las expectativas.
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Disfrutemos de un presente brillante de un Juanito que a golpe de personalidad está confundiendo defensas y defensores, está concibiendo espacios para Willy y para los aleros en las esquinas, él que cuando Rudy ganó su primer MVP de Copa del Rey aún no había nacido pues su madre estaba en el 6º mes de gestación. El nacimiento mediático de un jugador que ya tenía una vitrina llena de campeonatos ganados, tanto cantera con Real Madrid, como España como la Bundesliga.
No crean que le falta mucho, nos falta más a nosotros que a los jóvenes que realmente saben jugar, a estos nos gusta decirles lo que tienen que hacer con su vida cuando apenas hemos sabido nosotros qué hacer con la nuestra, la insolencia de sus actos nos desasosiega y no sus palabras.
Juan Núñez escuchó a un creador de poco contenido verbal pero que cuando habla es al que si que hay que escuchar. Y lo hizo. A Raül López, con el que hizo la parte final de su formación técnica y de personalidad en cancha. Si a eso le sumas la camiseta del Real Madrid desde antes de la preadolescencia, la presión no existe para alguien que se ha formado en la realidad de ganar siempre. Y que siga siendo así.
Un 4 de junio nació Juan Núñez, un 4 de junio murió John Wooden, el creador de la pirámide del éxito, la gran leyenda de UCLA y creador de la pirámide del éxito. Diagrama donde se define como llegar a la grandeza con una gran base de trabajo y otros aspectos. Hasta el 4º piso no habla Wooden de confianza y de carácter: “mantenga la serenidad en cada situación”. Juanito no creo que sepa de lo que hablamos pero ha llegado a esa etapa tan alta con la naturalidad del que solo ha visto le esfinge y los faraones en los libros de la ESO.
PD: Aday Mara y Juan Núñez son el alfa y omega, el pívot y el base de la revolución que ya llega a senior, a los que hay que sumar a Baba Miller, a Almansa y a otros drafteables y exitosos jugadores de categorías inferiores que en menos de 3 años puede que los veamos al nivel de la selección española senior.
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