Con motivo de la fase final de la Copa del Mundo FIBA, Nike y Jordan Brand han elegido Barcelona como sede de una gran fiesta del baloncesto con un gran padrino.
Este fin de semana (6 y 7 de septiembre) la ciudad condal acoge el World Basketball Festival, con torneos 3×3, partidos improvisados, concurso de mates, conciertos y apariciones de leyendas de la NBA en la espectacular pista que se ha levantado en el Moll de Bosch i Alsina.
Para inaugurar el evento Nike y Jordan Brand abrieron el viernes las puertas de su Innovation Showcase en el Metrònom, sala polivalente situada en El Born barcelonés. Un grupo selecto de medios de comunicación, entre los que estaba Gigantes del Basket, pudo charlar con dos de los diseñadores de zapatillas más importantes del mundo, Leo Chang y Rob Bruce, y conocer los secretos de los nuevos modelos de la compañía de Oregon: lasNike Hyperdunk 2014 y las Air Jordan XX9, que salen hoy mismo a la venta en todo el mundo.
El Showcase incluye una increíble colección con las zapatillas más míticas de Nike y los 29 modelos fabricados hasta la fecha de Air Jordan. Algunas de las zapatillas expuestas fueron usadas en partido por el propio jugador de los Bulls.
Como guinda, Kyrie Irving, imagen de Nike, visitó la exposición y charló distendidamente con los asistentes.
El base titular de la selección estadounidense aseguró encontrarse bien después de la dura caída que sufrió en el último partido de la primera fase contra Ucrania. De hecho ha sido titular en la victoria ante México (86-63) de octavos de final: 4 puntos, 3 rebotes y 2 asistencias en casi 24 minutos.
Irving destacó que defender por primera vez a su país en un campeonato internacional «era un sueño que tenía desde niño. Es una gran oportunidad formar parte de esta familia, jugar junto a James Harden, Anthony Davis o Stephen Curry. Somos una familia con un objetivo común. Es una experiencia de la que seguro me acordaré en el futuro».
Siguiendo el discurso marcado por Mike Krzyzewski, el jugador evitó hablar demasiado de la Selección Española, aunque aseguró que, si se llegan a enfrentar a ella, «puede ser uno de los mejores partidos de la historia».
El jugador de 22 años, que ya fue All Star en 2014, se refirió a lo que le espera en Cleveland una vez acabe el compromiso con USA Basketball. «Es una locura. Han llegado LeBron James, Kevin Love, James Jones, Shawn Marion, Mike Miller, un nuevo entrenador. Es mucha presión… Pero me gusta».
«Nuestro objetivo es ganar el anillo pero el camino será muy largo», añade.«Todos los equipos de la NBA son nuestra competencia. Honestamente, primero tenemos que ocuparnos de nuestros asuntos. Estoy deseando que llegue el momento de ponernos en marcha».
Irving habló también de su largo camino al estrellato que comenzó en Australia, donde jugaba su padre Drederick:«Empecé a jugar al baloncesto a los tres años. Día y noche. Pensaba en baloncesto a todas horas. En cuarto curso me fijé como objetivo llegar a la NBA. Haberlo cumplido es un sueño. El baloncesto ha cambiado mi vida, ha cambiado mi familia, y todo lo que he vivido ya nadie me lo podrá quitar».
El base reconoció la decisiva influencia de su padre, que le marcó el camino. «El mejor consejo que me dio fue que permaneciera humilde y que siempre deseara cosas. Y lo llevo tatuado en el pecho (‘Hungry & Humble’) para no olvidarlo».
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