Hablar del culebrón del verano para definir lo que está sucediendo entre Damian Lillard, su franquicia, Portland Trail Blazers, y los Miami Heat sería quedarse corto. El jugador en sus declaraciones y la serie de filtraciones que todos los protagonistas han ido dejando en la prensa ha hecho que el tema sea, por semanas, lo único de lo que se ha hablado en los círculos de la NBA. Pero en los últimos días ha podido dar un giro importante, y según han apuntado diferentes insiders de la prensa americana, se ha abierto una ventana de oportunidad para que otro equipo se haga con el base de los Blazers.
Es cierto que desde los alrededores de Lillard se ha llegado a decir que en caso de ser traspasado a un equipo cuyo nombre no sea Miami Heat, Dame no se presentaría a entrenar, pero la situación ahora mismo la sigue controlando Portland. El base es todavía jugador de los Blazers, tiene contrato en vigor y como casi cualquier jugador de la NBA, la franquicia tiene el control de su futuro y podría traspasarlo al destino que mejor recompensa generara para Portland. Porque la oferta de Miami nunca será la mejor, y mientras Heat, Blazers y Damian Lillard siguen buscando un tercer equipo para endulzar la operación y que absorba el salario de Nurkic o quiera hacerse con Tyler Herro, Portland sigue hablando con potenciales compradores.
En el día de ayer, Jake Fischer, insider de Yahoo, publicaba que los Blazers han incrementado el nivel de las conversaciones con el objetivo de llegar a un acuerdo antes del training camp. El futuro de Lillard se puede resolver en los próximos 10 días, pero esas conversaciones no han sido con los Heat. El día 2 de octubre, fecha en la que las franquicias realizarán el media day anual, está marcado en las agendas como el deadline no-oficial para mover a Dame. Y las dos franquicias de las que más se ha hablado son rivales de Miami en la conferencia Este: Chicago Bulls y, sobre todo, Toronto Raptors. Además, han tenido también conversaciones con Phoenix Suns y Utah Jazz en caso de necesitar un tercer equipo para cerrar un traspaso masivo.
Un escenario que plantea Fischer es la llegada de Damian Lillard a Toronto en un movimiento a tres bandas con Portland y Phoenix. Los Suns buscan liberar el salario de Ayton y Nurkic podría ser un sustituto digno por la mitad de precio, y Toronto tendría que mandar a O.G. Anunoby, además de jugadores jóvenes como el recién elegido Gradey Dick y todas sus rondas del draft. Sobre la mesa no están Scottie Barnes, quien ya dejaron claro que era intransferible cuando no pujaron por Kevin Durant, y un Pascal Siakam que entra en su último año de contrato y del que se rumorea que no renovaría en otra franquicia que no fueran los Raptors (por motivos salariales, principalmente).
En caso de conseguir a Lillard, estaríamos hablando de un robo similar al que lograron los Cavaliers el verano anterior con Donovan Mitchell. Cuando toda la prensa y afición de la liga veía al jugador de los Jazz poniendo rumbo a New York, apareció Cleveland de la nada ofreciendo la mejor recompensa. Y no sería la primera vez que Masai Ujiri da la sorpresa: en 2018 consiguió a Kawhi Leonard, algo que le llevó al primer y único título de la historia de la franquicia. Pero ha habido más: en Denver se deshizo de Carmelo a cambio de Kostas Koufos, Wilson Chandler, Raymond Felton, Danilo Gallinari, Mozgov, y la ronda que luego fue Jamal Murray. Meses después, los Nuggets firmaban la mejor campaña de su historia hasta la llegada de Nikola Jokic.
El plan C es Chicago. Si bien los Bulls no se ven tan fuertes en su oferta como los Raptors, durante el verano han puesto a Zach LaVine en el mercado, y los Blazers no van a encontrar muchos jugadores mejores a recibir por Lillard. Aunque no ha habido mucho mercado por LaVine, quien lleva con la etiqueta de ‘en venta’ desde julio y sigue en los Bulls, podría ser una avenida a investigar. Si bien es cierto, los Blazers siguen viendo a Chicago como una opción en caso de necesitar un traspaso a tres bandas, algo similar a los Jazz, Brooklyn Nets o incluso Charlotte Hornets, otro equipo que se ha mostrado interesado en Tyler Herro. La duda es hasta qué punto las conversaciones son reales o simplemente están presionando a Lillard y los Heat.
Porque el base quiere jugar en Miami y los propietarios de Portland quieren honrar el último deseo del que ha sido el mejor jugador de la franquicia en lo que va de siglo. Podría tratarse de una estrategia en la que los Blazers levanten el teléfono y dejen claro a los Heat que ha habido ofertas, algunas muy interesantes por su base, y que si quieren hacerse con Damian Lillard van a tener que mejorar la suya. O si no, como el resto de las franquicias NBA, van a tener que seguir viendo a Dame por televisión.
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