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Guía de las Finales NBA: Golden State Warriors vs Boston Celtics. 40 detalles a seguir, por Andrés Monje

Guía de las Finales NBA: Golden State Warriors vs Boston Celtics. 40 detalles a seguir, por Andrés Monje

Ha llegado el momento cumbre del calendario NBA. La eliminatoria más importante del año. Las Finales NBA enfrentan a Golden State Warriors y Boston Celtics, buscando un campeón que suceda a los Milwaukee Bucks, reyes el pasado curso. Ofrecemos hasta 40 detalles en los que fijarse y para seguir al máximo esta apasionante serie que resolverá el mejor equipo de la Liga.

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1) Son las sextas Finales de la NBA que disputan los Warriors en un tramo de ocho años. En toda la historia, solo tres franquicias (Celtics, Lakers y Bulls) fueron capaces de lograr ese hito. Hasta este curso, el último precedente llegó en el siglo XX.

2) Boston tiene la oportunidad de desempatar con los Lakers en el número de campeonatos NBA. Ambas franquicias lideran históricamente la Liga, con 17 títulos. Los Celtics ganaron su último título en 2008.

3) Las Finales miden a las dos mejores defensas de esta temporada. En fase regular, Boston (106.2 puntos recibidos por 100 posesiones) tuvo el mejor rendimiento atrás, inmediatamente seguido por Golden State (106.6).

4) La plantilla actual de los Celtics acumula un total de cero partidos de experiencia en las Finales. Por el contrario, en Golden State los jugadores ya han participado en 123 encuentros de la serie por el título. Es solo la tercera vez en la historia que un equipo llega a las Finales con más de cien partidos de experiencia… y enfrente tiene un adversario que no posee ninguno. La última vez que sucedió fue en 1997, con Chicago (134 partidos) ante Utah (ninguno).

5) Los Warriors tienen ventaja de campo, por lo que jugarían un hipotético séptimo partido en el Chase Center de San Francisco. El equipo de Steve Kerr no ha perdido un solo duelo en casa durante esta fase final (9-0).

6) Los Celtics son el mejor equipo a domicilio de estos Playoffs. Han ganado siete de sus nueve partidos disputados fuera de Boston, incluyendo los tres últimos en Miami ante unos Heat que, hasta su eliminatoria contra los Celtics, no habían perdido en casa. De hecho, durante los Playoffs los de Ime Udoka han rendido mejor lejos del Garden (7-2) que en su propia cancha (5-4).

7) Golden State ha ganado al menos un partido a domicilio durante una serie de Playoffs en 26 eliminatorias consecutivas, la marca más longeva de siempre.

Foto: Getty

8) Durante la era Kerr, que arrancó la campaña 2014-15, los Celtics son la única franquicia NBA que tiene un balance positivo frente a los Warriors. Les han ganado 9 de sus 16 partidos durante este tramo, aunque nunca se han visto en Playoffs.

9) Los Warriors llegan a las Finales como el equipo más productivo en ataque. Ningún otro llega a los 116.1 puntos por 100 posesiones que promedian esta fase final. Esa marca es cuatro puntos superior a su propio dato visto en una fase regular en la que fueron el decimoquinto mejor ataque.

10) Los Celtics han sido el segundo mejor equipo NBA durante el año 2022, con un balance de 34-12. En ese tramo, tuvieron el segundo mejor ataque de la NBA (117.9 puntos por 100 posesiones) y la mejor defensa (105.2, no bajando ninguna otra de los 108.5 puntos permitidos por 100 posesiones). Profundizando aún más, la defensa de los Celtics ha limitado a solo 90 puntos por 100 posesiones a los rivales cuando estos atacaban a media pista, también mejor dato NBA.

11) Durante los Playoffs, Boston ha mejorado esas prestaciones atrás (105.1 puntos permitidos por 100 posesiones) pese a haberse enfrentado, en sus tres eliminatorias previas a las Finales, a tres de los doce mejores ataques de la temporada (Nets, Bucks y Heat)

A fijarse en el ataque de los Warriors / en la defensa de los Celtics

12) El poder ofensivo de Golden State no se basa únicamente en el fondo (la productividad), también en las formas (el estilo). El ataque de los Warriors vive de la constante acción sin balón de su perímetro, el ritmo de circulación de balón y la variedad de opciones creativas, entre las que destaca la aparición de jugadores interiores (especialmente Draymond Green) lejos del aro (especialmente en los codos de la zona, como ejes) sirviendo como conectores. La abundancia de bloqueos indirectos, cortes a canasta o secuencias de puerta atrás ejercen una presión permanente sobre la defensa, cuya atención debe estar en límites máximos (y de todas sus piezas) de forma constante. El sistema se ve potenciado por la enorme amenaza exterior de su perímetro, liderado por un Stephen Curry cuya capacidad de tiro tras bote (rango enorme y rapidísima mecánica de tiro) estira la defensa rival lejos del aro como ningún otro jugador en la historia. Como consecuencia, la defensa ante los Warriors debe abarcar más espacio que ante ningún otro equipo y hacerlo con un grado máximo de comunicación, porque cualquier falta de entendimiento genera una grieta.

13) Una de las formas más efectivas de combatir un sistema como al anteriormente explicado, que produce tanto caos defensivo en el rival, parte de dos vías: por un lado tener tamaño, longitud y gran despliegue físico; y por el otro abusar del ‘switch’, o cambio defensivo en cada bloqueo. La versatilidad defensiva es imprescindible si se quiere neutralizar el ataque de los Warriors. El objetivo es limitar el desajuste para hacer el ataque de Golden State lo más largo (en tiempo de posesión) y pesado (con pocos pases) que sea posible.

14) Boston ha sido el equipo que más veces ha hecho el ‘switch’ (permuta defensiva) en situaciones de balón durante la fase regular (28.8 cambios por 100 posesiones, según datos de Second Spectrum). En Playoffs, de forma global los Celtics cambian de asignación el 44% de las ocasiones. Es decir, es un equipo cuyo sistema tiene perfectamente trabajadas esas situaciones y, de hecho, esas acciones son parte de su identidad defensiva. El sistema de Boston es, por estructura, una especie de Némesis del ataque de Golden State. Después sumaremos algún detalle más (como la protección de aro) a ese escenario.

15) Golden State no ha se ha medido a rivales de esa tipología defensiva, de máxima versatilidad, estos Playoffs. Ni Denver, ni Memphis ni Dallas estuvieron en la parte alta de la Liga en cambios defensivos en situaciones de balón durante la fase regular. Aunque, eso sí, durante la serie ante los Mavs, Jason Kidd incrementó esa versatilidad con el paso de los partidos. La diferencia radicaba en que Dallas no contaba con protección de aro, intimidadores en su pintura. Y Boston sí tiene un gran especialista ahí.

16) Justamente por lo anterior, Robert Williams es una pieza capital para Boston en esta eliminatoria. El estado físico del jugador no es el más óptimo, en base a lo visto en el cierre de la serie ante Miami, pero para los Celtics contar con su impacto sería muy valioso. ¿Por qué? Son varias las virtudes de Williams que pueden castigar a los Warriors (desde su influencia como continuador al aro en bloqueos a su peso en el rebote defensivo), pero en este apartado nos centramos en la defensa del aro. La temporada de los Celtics cambió radicalmente a mediados del mes de enero cuando su técnico, Ime Udoka, alteró el esquema y emparejó a Williams con aleros o jugadores no tiradores del rival, permitiéndole ejercer como corrector de aro en ayudas, seguramente su rol ideal. Para un equipo que abre tanto la pista como Golden State existen múltiples vías de agujerear la defensa y aprovechar ese gran espacio para acabar finalizando cerca del aro. Ahí la presencia de Williams es fundamental porque si Golden State aleja cuerpos de la zona y para colmo luego no existe un ‘guardián’ que pueda molestar en esos tiros, su ataque puede vivir cómodo.

17) El rol de Al Horford puede variar de acuerdo a la disponibilidad de Williams que tenga Udoka. No es lo mismo ejercer como cinco ante los Warriors que tener un complemento como Williams, que corrige situaciones cerca del aro. Horford es un excelente defensor, muy inteligente en lo posicional y en cualquier reacción atrás. Pero una de sus características actuales, dada su edad (35 años) y pérdida de explosividad en el primer paso, es que suele dar espacio al exterior rival en situaciones de bloqueo directo o cuando se queda emparejado con uno de ellos. Ante los Warriors eso no puede suceder, si Boston quiere tener éxito. Horford puede tener delante a generadores de tiro como Curry, Poole o Thompson, por lo que recular hacia su zona no es una opción. Boston necesita una versión agresiva de Horford en los cambios de asignación. Y para eso (también) sería ideal tener un guardaespaldas como Williams detrás. En 99 minutos de Playoffs que han estado juntos, Boston solo ha permitido 97 puntos por 100 posesiones al rival, cifra de superélite. Si la muestra resulta escasa (lo es, en realidad), daremos otra: en fase regular compartieron pista más de 760 minutos y su Rating Defensivo se quedó en 99, otra marca espectacular. Horford y Williams son muy buenos por sí mismos, pero juntos son mucho mejores.

18) Otra de las consecuencias de la presencia/ausencia de Robert Williams es el papel que puede tener el otro Williams, Grant, desde ahí. La rotación de tres hombres, con Horford y los Williams, es la ideal para la pintura de Udoka. Pero si Robert no está en las mejores condiciones (y un equipo como los Warriors lo exige), Grant va a tener bastantes minutos como cinco en ciertos quintetos. Un quinteto con Williams al cinco es hiperversátil y una opción para Udoka en ciertos momentos. El problema es que con él no va a existir protección alguna de aro. De todas formas, es una opción que el técnico debe probar, para tantear cómo responde Golden State a esa apuesta.

Robert Williams

Foto: Getty

19) Es más que posible que, por la tipología de defensa que tiene Boston (sobre todo con Robert Williams), los Warriors dispongan de bastantes opciones de tiro en la media distancia. Durante la fase regular, los Celtics permitieron el volumen de ‘long-twos’ (lanzamientos entre cinco y siete metros) más alto de la Liga. La decisión (tomarlos o no) y el acierto va a importante para los de Kerr en esas situaciones. Jugadores como Poole o Thompson se antojan esenciales a la hora de atacar ese espacio que los Celtics, a buen seguro, sí ofrecerán. Es el tiro menos efectivo del juego, pero los Warriors tienen herramientas para acabar haciéndolo sostenible. Poole y Thompson serán, de hecho, vitales como generadores secundarios una vez es previsible que los Celtics centren su atención sobre Curry.

20) La batalla de las posesiones es fundamental en estas Finales. En primer lugar, por la influencia de las pérdidas de balón en elevar o anestesiar el ritmo de juego. En el aro de los Celtics o ataque de los Warriors (después iremos al otro lado), hay dos puntos capitales. Uno es el volumen de pérdidas de Golden State: no es casualidad que en las derrotas los puntos recibidos tras pérdidas acaricien los 21 por duelo y en las victorias esa cifra no pase de 14. La idea de Golden State, con gran cantidad de pases, movimientos sin balón y lecturas de acción/reacción, entraña riesgo. Pero un alto volumen de pérdidas puede provocar que los Celtics jueguen en transición. Y perfiles como Jaylen Brown son auténticos especialistas ahí.

21) El segundo punto clave es el rebote defensivo de Boston. Los de Udoka no destacan en ese apartado y emplear quintetos muy pequeños –buscando versatilidad atrás- puede agudizar ese problema. Los Celtics solo han capturado el 71% de los rebotes en aro propio, lo que significa que básicamente tres de cada diez capturas han ido al rival. Eso ante Golden State es mortal, porque generar tiros con la defensa por ajustar es una de sus mejores cualidades. Los Warriors son, además, un equipo más potente de lo que parece generando puntos en segunda oportunidad, sobre todo a partir de dos jugadores, Kevon Looney y Andrew Wiggins, que suelen ser muy útiles ganando el rebote ofensivo. De hecho, en lo que va de Playoffs tanto Looney como Wiggins pisan el Top 10 de jugadores que más rebotes de ataque capturan. Es un aspecto clave.

22) Los mejores Warriors de la dinastía solían agrandar su dominio tras el descanso, especialmente en los terceros cuartos. Esta versión, la de 2022, está castigando a los rivales en el último período. Golden State no ha perdido un solo partido estos Playoffs cuando llegaba con ventaja al cuarto final (8-0), porque ahí ha triturado a los adversarios con una diferencia media de 25 puntos por cada 100 posesiones. No se trata solo de la mejor marca de esta fase final en cualquier cuarto… sino también la segunda mejor de los últimos diez años en la NBA, solo superada por lo logrado por los propios Warriors en los terceros cuartos de 2018.

Foto: Bart Young/NBAE via Getty Images

23) Seguramente a estas alturas pensabas que me estaba olvidando de la defensa a Curry como clave. Pero no. Por supuesto la acción ante Steph puede marcar el rumbo de las Finales, pero Boston es un equipo muy bien preparado para el reto. Lo es por varios motivos. Uno, Marcus Smart apunta a ser el emparejamiento primario. En las últimas seis temporadas, Curry no ha llegado al 35% de acierto medio en tiros de campo (ni en triples) cuando ha estado defendido por Smart. Smart es un auténtico especialista en ese tipo de asignaciones no solo por su marca individual, sino por su lectura defensiva y capacidad para pasar correr pasando bloqueos y cambiando de ritmo y dirección (algo esencial ante Curry). En segundo lugar, Derrick White es otra gran alternativa para la marca individual, siendo otro jugador de buen tamaño, gran envergadura (2.03 metros) y excelente capacidad para pasar bloqueos en defensa. Y tercero, Boston no tiene una pieza a ocultar en su defensa y eso limita el ‘mismatch’ que puede generar Kerr para dejar a Curry ante un mal defensor. La alternativa va a ser cualquier interior de Boston, pero si Udoka usa quintetos versátiles también lo va a dificultar. Curry tiene delante un reto mayúsculo… pero los Celtics también con él, claro.

A fijarse en el ataque de los Celtics / en la defensa de los Warriors

24) Los Celtics no poseen un ataque tan complejo a media pista como los Warriors pero tal circunstancia no tiene por qué ser un defecto. Su plan nace de la acción de dos aleros modernos, capaces de alternar diferentes roles en ataque, desde la creación desde el bote para el resto, la capacidad de generar sus propios tiros o la acción alejados del balón. Dos ‘Point-Forward’, cada uno a su estilo, que generan las ventajas y están rodeados de un grupo de complementos que entienden a la perfección su papel. Tienen, eso sí, algunos secundarios capaces de asumir más o menos protagonismo creativo (Horford y Smart), pero es un plan de ataque mucho más jerarquizado, más simple y que abraza bastante más el desequilibrio directo (en desajuste por una marca favorable) y el aclarado.

25) Los Warriors tienen una excelente defensa, liderada por un Draymond Green colosal en cuanto a la lectura atrás y los ajustes en partido. Draymond es un monstruo capaz de ir reduciendo grietas en cada posesión. Soberbio en las ayudas, de gran velocidad lateral e incluso capaz de condicionar cerca del aro (aunque ahí no al nivel de antaño). Es capaz de ejercer como cinco o de amoldarse a la compañía de Looney, en caso de que Kerr quiera proteger más el rebote o amoldarse a quintetos altos de los Celtics (con Horford y Robert Williams, sobre todo). Emocionalmente, además, Draymond es un jugador vital. Su rol es no tanto ofrecer lo que puede dar de sí… como multiplicar lo que tiene a su lado (en ambos lados de la pista). Y ahí es sensacional.

26) Pese a Green, Golden State sí tiene piezas débiles en su esquema atrás y desde ahí intentará atacar Boston. La principal es Curry y no tanto por su fragilidad  defensiva como por su tamaño y el deseo de desgastarle lo máximo posible que tendrán los Celtics (incluso cargándole de faltas). Curry es voluntarioso y, en realidad, mejor defensor de lo que parece. Pero los Celtics tienen emparejamientos imposibles para él en la marca individual. Y los van a buscar con Jayson Tatum y Jaylen Brown. Udoka procurará que, a través de bloqueos, Curry quede emparejado con cualquiera de los dos y, a partir de ahí, rajar la defensa de los Warriors, que suele aceptar el ‘mismatch’ por confiar mucho en su secuencia de ayudas.

27) Una de las consecuencias más claras de lo anterior es que Golden State acabará lanzando ayudas sobre Brown o Tatum, cuando Curry las necesite. Y eso genera un escenario clave para la eliminatoria: la toma de decisiones de ambos y el acierto en triples liberados de los Celtics. En lo primero, pese a la progresión de Brown y Tatum en su distribución, ambos siguen siendo inconsistentes. Los dos jugadores que más balones han perdido en estos Playoffs, de entre ambos conjuntos, han sido precisamente ellos dos (7.3 por encuentro). Y Golden State va a jugar con ese riesgo, porque además es un equipo muy preparado para castigar la duda rival: tiene excelentes jugadores en la línea de pase y un sistema que usa el temor del rival a la pérdida como cebo. Los Celtics saben que si dejan a los Warriors correr, sus opciones decaen considerablemente. Pero para evitarlo requieren de una precisión clínica en sus pases ante las emboscadas de Golden State.

Foto: Getty

28) El segundo aspecto reseñado anteriormente es el acierto del triple abierto en Boston, es decir aquel que o bien el rival directamente va a permitir o bien llega con un defensor incapaz de puntear el tiro. En la primera categoría va a estar Derrick White, al que los Warriors ‘flotarán’ para organizar mejor su defensa. Golden State ha solido jugar con esos riesgos ante ciertos rivales que tenían puntos débiles en el tiro exterior, desentendiéndose de su marca. White solo ha metido el 25% de sus triples estos Playoffs, por lo que Golden State le invitará a lanzar más que a menudo. ¿Tiene su riesgo? Por supuesto. Pero cuentan con él en lo relativo a que, permitiendo esos tiros y confiando en su inconsistencia, podrán ajustar mucho más las marcas o ayudas sobre Tatum o Brown. No es descartable que Kerr acabe probando ese mismo escenario ante Smart, otro tirador de rachas.

29) Los Warriors pueden plantear diferentes secuencias zonales (la 1-2-2 o la 3-2 han sido relativamente comunes para ellos), tratando de cortocircuitar el ataque a media pista de los Celtics, un equipo con ciertas tendencias al atasco o al exceso de aclarado en según qué casos. Boston no ha respondido nada bien a las zonas del rival esta campaña (solo 0.90 puntos por posesión, cuarto peor dato de la Liga, según Synergy), por lo que es un escenario a seguir para cambiar ritmos de partido.

30) De nuevo Robert Williams es importante, también en este lado de la cancha. Su presencia no solo era clave por su protección de aro o rebote defensivo, también en ataque por la influencia de su juego en pick&roll (continuando el aro) y su capacidad para capturar rebotes de ataque. Existirán unos ajustes u otros según qué Williams podamos ver (y durante cuánto tiempo). Si él está bien, va a obligar a los Warriors a jugar ‘grande’ (con Looney) más de lo que les podría gustar. Si no, el rebote de ataque va a generar poca amenaza y la gravedad defensiva de Draymond Green, menos pendiente de tapar el aro, puede agigantarse al temer menos consecuencias en forma de segundas oportunidades.

31) La marca de Tatum es más que posible que la asuma Andrew Wiggins, un factor X para los Warriors estos Playoffs. Tatum está haciendo unos Playoffs sensacionales, absorbiendo un enorme volumen de juego ofensivo. Desde el plano físico Wiggins puede oponer resistencia por su excelente desplazamiento lateral, por lo que es previsible que Boston trate de alterar esa marca directa a lo anteriormente explicado: el ‘mismatch’. A Udoka le va a interesar mucho más que tanto Tatum como Brown partan de emparejamientos como Curry y Poole.

32) Acepten siempre o no esos cambios (como se ha contado, a Golden State le puede llegar a interesar calibrar la toma de decisiones de los Jay’s o conceder tiros exteriores a jugadores que ellos seleccionen, como White), para los Warriors es muy importante qué estado físico tengan perfiles como Gary Payton II (alternativa para la marca individual sobre Tatum, por su gran defensa sobre bote), Otto Porter o Andre Iguodala, todos ellos bastiones defensivos y de excepcional lectura atrás. Los tres son especialistas en líneas de pase y pueden incrementar la amenaza de los Warriors bajo su plan: limitar la circulación rival y abocar el sistema Celtics a un abuso de aclarados. O, dicho de otro modo, lograr que Boston ataque como Golden State quiera que le ataquen.

33) Al Horford y Grant Williams parecen actores secundarios dentro del plan ofensivo, pero si los Warriors anestesian la circulación de Boston, ellos tienen capacidad para (desde los codos de la zona o poste alto) reanimar ese flujo de pases. No solo pueden suponer amenaza con el tiro exterior, sino que su gran lectura de juego es un recurso valioso según lo que plantee Golden State.

34) Pese a  no tener una gran figura intimidatoria cerca del aro, como sí pueda tener Boston, Golden State fue el equipo que menos tiros permitió al rival a un metro del aro esta temporada (solo un 18% del total, seguidos precisamente por los Celtics). Golden State tiene muy claro su plan de proteger la pintura, aunque sus formas nazcan de la compenetración atrás y el sistema de ayudas. Y no, recalco, de un monstruo taponador. Boston debe alterar esa ecuación y evitar que sus opciones en ataque pasen por una sucesión de suspensiones exteriores, un hecho que los Warriors buscarán. De cuánto (y con qué acierto) penetren al aro y saquen réditos (vía puntos, faltas o tiros libres) también dependerán sus opciones en estas Finales.

También a tener en cuenta:

35) Los Warriors han dispuesto de mucho más tiempo de recuperación y preparación que los Celtics. Entre su último partido de Finales de Conferencia y su primero de las Finales habrá transcurrido una semana, además sin moverse de San Francisco. En ese tiempo, Boston ha disputado dos partidos ante Miami (viajes incluidos, tanto a Miami como a San Francisco) y se han agudizado problemas físicos de algunos jugadores. El descanso no es tan decisivo a estas alturas (cuanto todos lo sufren), pero sí un factor a considerar.

36) Lo que sí influye bastante más es la pura dolencia física. Una lesión en el primer partido de las Finales puede condicionar por completo la serie, incluso aunque esa lesión afecte a un jugador en principio secundario. Boston llega al punto clave del calendario tras dos batallas a siete partidos. Los cuatro jugadores con mayor promedio de minutos en Playoffs que se verán en la serie pertenecen al mismo equipo (los Celtics) y su rotación parece, en apariencia, más corta que la de los Warriors. En cada edición de Playoffs hay bajas, molestias y problemas de todo tipo, es al final parte del juego. Pero su factor imprevisible puede marcar la diferencia.

37) ¿Serán capaces los Celtics de usar quintetos más grandes o aceptarán, desde el inicio, los formatos pequeños para adaptarse en lo posible al vértigo de los Warriors tratando de reducirles con versatilidad defensiva? ¿Cuánto podrán jugar en transición los de Kerr? ¿Qué cuota de minutos podrán tener juntos Curry, Poole y Thompson, en base a su gran poder ofensivo pero carencias defensivas? ¿Qué uso tendrá Looney en la eliminatoria, tras llegar a la misma en uno de los mejores momentos de su carrera? Esas pequeñas ‘batallas’ ayudarán a inclinar la balanza a uno u otro lado.

38) Los Celtics han estado dos veces cerca de la lona durante estos Playoffs. En ambas salieron victoriosos. Estuvieron 3-2 abajo ante los vigentes campeones, los Bucks, siendo capaces de ganar esos dos últimos partidos por un acumulado de 43 puntos. Y se vieron obligados a disputar un séptimo partido a domicilio en Miami, sacándolo adelante sin estar un solo segundo por detrás en el marcador. Es un equipo que ha mostrado una capacidad competitiva y de resistencia a la adversidad muy notoria durante estos Playoffs.

39) Cada eliminatoria suele tener un factor X, que acaba condicionando lo que sucede. Golden State ha mostrado a Looney, Poole, Thompson e incluso Porter como elementos capaces de dar un salto de calidad (individual o colectivo) a sus opciones. Pero Boston también ha ofrecido a jugadores como Grant Williams, White, Horford e incluso Pritchard como factores de desequilibrio. Las rotaciones se acortan en este punto de temporada pero cada uno de los participantes puede ser vital.

40) Esta no es una clave, pero sí –si me permiten- un consejo. Es la eliminatoria del año. Y tras ella no tendremos competición oficial NBA hasta dentro de cuatro meses. Disfrutad al máximo de estas Finales.

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