El Olympiacos secó durante la primera mitad a un CSKA incómodo en la cancha y con un Teodosic desaparecido (sin anotar y menos 3 de valoración en los primeros 20 minutos). La generación de bloqueos directos por parte de Spanoulis creó tanta ventaja en ataque para el equipo de El Pireo que Messina no sabía lo que hacer. Además, los fallos en los tiros libres (3 de 10 en 20 minutos) reflejaron la tensión de los rojos y los blancos se pasaron tan bien la bola que hasta 5 jugadores acabaron el segundo cuarto con 5 puntos al menos.
Del intercambio de golpes inicial (8-10) se pasó a un 23-35 después de una bandeja de Acie Law. Khryapa era el único que mantenía a raya a los suyos (9 tantos) y por eso el 28-40 al descanso no era tan malo como la sensación del CSKA.
Un triple de Papanikolaou iniciado el tercer cuarto supuso el 28-45 y Messina recurrió a sentar unos minutos a un lento Teodosic para poner en la pista a Papaloukas. Pues bien, apenas funcionó. La tercera falta de Spanoulis en el minuto 24 con 30-45 afectó a su equipo y poco después Shermadini cometió una antideportiva que cambió ligeramente el panorama. El CSKA sin brillantez se acercó hasta un 36-47, pero como el conjunto ruso no acertaba desde el triple (5-20 en el minuto 30) ni más cerca del aro (5-16 de dos), el Olympiacos se escapó con su paciencia en ataque que le permitía tiros liberados en el perímetro. El 36-53 era una realidad a falta de 10 minutos y Weems era el mejor anotador del CSKA con 12 tantos mientras que Hines acumulaba 11 para el Olympiacos.
Hace un año en la final el CSKA perdió el partido ante su rival de hoy con 13 arriba nada más comenzar el último asalto. Algunos seguramente pensaron que la dinámica se podría reproducir al revés pero con acciones como los dos libres fallados de Krstic en el minuto 31, nada hacía presagiar eso. La defensa del Olympiacos no permitió tiros fáciles ni penetraciones y los de Bartzokas se colocaron con 36-57 a 8 minutos.
El día aciago de Teodosic llegó a su cénit con una antideportiva a Antic con 47-62 a tres minutos. El serbio fue directamente al banco para reflexionar sobre su nueva derrota en una F4. Por mucho que el CSKA pareciese inexpugnable antes de la F4, el Olympiacos terminó toreando y, sobre todo, minando la moral a su oponente. Cuando Spanoulis se sentó en el minuto 39 con 6 puntos en 32 minutos la ovación fue majestuosa. Hines y Antic fueron los mejores blancos con 13 puntos cada uno mientras que Weems también logró 13 tantos. Sólo 7 canastas de dos y 7 triples metieron los de Messina.
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