Los ajustes son el pan de cada día en los Playoffs de la NBA. Una manera de decir mucho y, al mismo tiempo, nada en la misma frase. Sin embargo, quienes verdaderamente tienen ojo para detectar situaciones de fractura o grietas en el rival terminan por hacer de ellos la razón de su éxito. Algo así podría decirse de lo realizado por los New York Knicks en el Game 4 de su serie de primera ronda ante los Philadelphia 76ers, los cuales lograron una impresionante victoria por 97 a 92 en el clutch cuando todo parecía vendido. Y lo hicieron gracias a su defensa sobre Joel Embiid, el cual desapareció casi por completo en todo el último cuarto.
Si algo ha caracterizado a los equipos de Tom Thibodeau a lo largo de su trayectoria en la NBA ha sido su perfil defensivo. Un técnico brillante a la hora de construir un ecosistema ganador desde atrás, el cual impulse a los suyos por medio de la destrucción del ataque rival. Hacerlo en Playoffs y con un personal tan limitado a nivel interior por las lesiones no es algo al alcance de muchos. Más si se tiene en cuenta que Joel Embiid es la estrella a la que plantar cara, la cual ha demostrado en esta eliminatoria que puede anotar casi de cualquier manera.
Y durante muchos tramos de este cuarto partido Embiid dejó claro que, por sí solo, podía llevar a Philadelphia a la victoria. Tal era la superioridad del pívot de los Sixers que en los casi 30 minutos que compartió con su emparejamiento principal, Isaiah Hartenstein, le llevó a cometer 5 faltas personales, produciendo además 26 puntos con un 50% de acierto. En esa tesitura, con un cuarto por disputar y una distancia casi inexistente en el marcador, Thibodeau realizó un cambio en su plan de partido.
Sí, Precious Achiuwa entró en cancha como sustituto de Hartenstein, pero quien verdaderamente asumió la responsabilidad de emparejarse con Joel Embiid no fue él, sino OG Anunoby. El británico, con su 2,01 de estatura, fue el defensor principal del africano y el resultado no pudo ser más positivo para los intereses de los Knicks.
En los 12 minutos que ambos compartieron pista el MVP de 2023 se quedó en 0 de 5 tiros de campo, anotando su único punto desde el tiro libre y produciendo solamente una asistencia.
La arriesgada apuesta de colocar a un exterior contra el interior más dominante en el uno por uno de toda la liga salió bien para los Knicks. La razón reside en los problemas que aquello generaba para Embiid, no tanto en la resolución de acciones con balón, sino en el trabajo para recibir o bien poner el balón en el suelo.
El jugador de los Sixers pasó de estar como pez en el agua ante un oponente que le defendía por detrás, con alto nivel de contacto, a tener que fijar su posición y que se ponía por delante suyo. Un hecho que obligaba a sus compañeros a tener que buscar nuevos ángulos de pase, llevarles a triangular o buscar líneas alternativas únicamente para conectar con él. Todo ello con el riesgo extra de que el sistema de ayudas de los neoyorquinos estaba listo y preparado para atacar en caso de que la bola fuese demasiado alta.
Al mismo tiempo, el ajuste de los Knicks, al pasar a tener un quinteto mucho más homogéneo a nivel físico, se centró en aumentar la agresividad. Si Embiid recibía el balón la orden era clara: no podía poner la bola en el suelo.
¿Y qué hicieron? Saltar al dos contra uno negándole la posibilidad de ir al centro. Si aspiraba a ser peligroso tendría que pasar o bien forzar un lanzamiento. Incluso a riesgo de que fuesen otros quienes anotasen:
Una estrategia con mirada larga, cuya intención era cortar el ritmo a Embiid, sacarle de su zona de confort, que fuesen otros los que salvasen a los Sixers y no el camerunés.
Algo que llevó a Anunoby a centrarse casi exclusivamente en Embiid, olvidando cualquier ayuda lateral o prestar atención al resto de la jugada. Todo pasaba por eliminar al pívot de la ecuación al coste que fuera:
Y el resultado no pudo ser mejor para los intereses de los Knicks, haciendo que para la jugada final, la que debía marcar el destino del partido, Joel Embiid dudase, no tuviera la confianza para hacer lo esperado y cometiese un error.
Como así sucedió.
Joel Embiid pump faked a WIDE OPEN jump shot to foul bait in the clutch.
Never beating the allegations. pic.twitter.com/Spdkp9Fddp
— ¹⁰ (@HoodiGarland) April 28, 2024
«Puede que sea el mejor defensor, libra por libra, de toda la NBA», dijo Precious Achiuwa sobre el trabajo de OG Anunoby ante Embiid. «Y hoy pudo mostrarlo con su versatilidad y fuerza, punteando tiros en la canasta, siendo capaz de defender a alguien como Embiid».
La entrada de Anunoby por Hartenstein, colocando a Achiuwa como ayuda cerca del aro, impulsó la victoria de los Knicks. Una decisión sorprendente desde fuera, pero que según comentó Thibodeau estaba en los planes del equipo, sobre todo dada la baja de Mitchell Robinson.
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«Al comenzar la serie pensamos que esto podría ser una posibilidad», aseguró Thibodeau. “Probablemente íbamos a usarlo más en un momento diferente. Pero la situación en la que estábamos, con Mitch [Robinson] fuera, Isaiah [Hartenstein] en problemas de faltas y además quería ver cómo funcionaba de todos modos y él quería hacerlo».
Thibodeau, fiel a su estilo, restó peso finalmente a la relevancia del ajuste de Anunoby, elevando la mirada al grupo, al colectivo.
«Es Embiid, no lo estás defendiendo individualmente. Tienes que hacerlo con tu equipo», añadió.
Anular a Joel Embiid es algo que ha sido relativamente habitual en el pasado cuando han llegado los Playoffs. La manera más común ha tendido a ser lanzarle defensas múltiples, no así probar emparejamientos de menor tamaño aunque sí físicos.
OG Anunoby escribió un nuevo capítulo en esta particular historia, la cual puede cambiar por completo el devenir de la eliminatoria y, quién sabe, si el futuro de los Knicks.
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