En la NBA de las sorpresas, la de 2023/24, hay una que destaca por encima del resto. Porque pasado mes y medio de competición, Minnesota Timberwolves tiene el mejor récord de la NBA empatado con Boston, lidera la conferencia y ha dado muestras de ser un proyecto serio de la mano de Chris Finch. El de Anthony Edwards, Karl-Anthony Towns y Rudy Gobert, pero también de Naz Reid, Jaden McDaniels, Mike Conley o Kyle Anderson.
Hasta la fecha, tras 19 partidos, son la mejor defensa de la NBA permitiendo 106.7 puntos por 100 posesiones. Y el número tiene un nombre detrás: Rudy Gobert. El francés ahora mismo va directo a conseguir su cuarto galardón como Defensive Player of the Year, lo que le pondría al nivel de Dikembe Mutombo y Ben Wallace, los únicos jugadores en la historia en conseguirlo. El interior ha conseguido por fin hacer funcionar la pareja alta que forma con Karl-Anthony Towns, y promedia 2.4 tapones por noche, además de 13.3 puntos, 11.6 rebotes y dejando a sus rivales en un triste 41.3% de campo, bajando sus promedios en 7.5%, tercero en la NBA (mínimo 200 tiros defendidos). No solo Gobert, McDaniels, el propio Edwards o Kyle Anderson también brillan, pero el francés con más luz.
Rudy Gobert is unreal pic.twitter.com/kHNvnjpG65
— AlexHoops (@AlexHoops_) November 29, 2023
Solo cinco jugadores dejan al rival en un porcentaje inferior, aunque sorprende todavía más la presencia de otros dos jugadores de los Wolves también en el top-10: Nickeil Alexander-Walker deja a sus atacantes en un 39.5% de tiro y Towns les baja un 5.5%, de 47.6% a 42.1%. Son top-5 en porcentaje del rival en tiros de menos de cinco pies (#5, 59.4%), 5-9 pies (#3, 36.6%), 15-19 pies (empatados #5, 36.7%) y primeros en porcentaje del triple del rival, con un 32.% en todos aquellos que no vienen de las esquinas. Minnesota Timberwolves ha cerrado prácticamente cada zona de ataque del rival con candado siendo el mejor porcentaje de tiro eficiente de la NBA con diferencia, pero además no permiten al rival ir a la línea de tiros libres (22.7% FTr) ni conseguir puntos al contragolpe o en la pintura.
La defensa es el principal factor diferencial de estos Wolves que si bien tienen a dos All Stars por su ataque, como Anthony Edwards y el propio KAT, su ataque ahora mismo es promedio: #18 en la NBA en puntos por 100 posesiones, octavo en tiro efectivo y vigésimo en porcentaje de triple. Solo un 30% de sus puntos vienen desde la larga distancia pese a tener a Towns, Conley y Reid tirando por encima del 40% y más de cuatro triples por noche. Y es que la pintura es la principal herramienta de trabajo. Porque juntaron a Towns, Gobert y Reid a raíz de $90 millones de dólares ($107.5 millones el año que viene) pero la fórmula está funcionando a rajatabla. Juego de espaldas al aro o bloqueos y continuación son dos jugadas habituales para que el balón acabe en sus manos donde generan 1.01 y 1.23 puntos por posesión respectivamente, por encima de la media.
Aunque son el undécimo equipo que menos lanza desde debajo del aro (28.1% de sus tiros), en total más de la mitad de todos los lanzamientos que practican vienen de menos de 14 pies. Un 27% de sus tiros vienen de la media distancia (4-14 pies), los que más en la NBA. Tener en sus filas a Ant, un jugador con el estilo y la finura de la década pasada en el cuerpo de un alero actual influye. Edwards es décimo quinto en anotación aunque sus porcentajes han ido cayendo con el paso del tiempo. Su candidatura al MVP, todavía en el top-10 de favoritos, se basa en el argumento tan simple de ser el mejor jugador del que es ahora mismo el mejor equipo de la NBA. Y es que Minnesota Timberwolves ha ganado 14 de los últimos 16 partidos.
Los Wolves consiguieron el liderato de la conferencia Oeste hace ya 13 noches, la mañana del 19 de noviembre, y desde entonces han logrado un récord de 5-1. En las 34 temporadas anteriores, desde la llegada de la franquicia a la NBA, se combinaban para solo diez días como primer seed del Oeste. Algo está cambiando en Minneapolis que ha visto el mejor arranque en la historia de la franquicia. Nunca habían ganado 15 de los primeros 19 partidos, su mejor marca eran 14 en la temporada 2001/02 con Kevin Garnett como estrella y Filip Saunders como entrenador en jefe. En aquella época, de 1997 hasta las finales de conferencia de 2004, los Wolves sumaron ocho años seguidos accediendo a postemporada; por ahora llevan dos y camino al tercero.
El problema vino en playoffs. Porque Minnesota Timberwolves, en esos ocho años, solo consiguió llegar a segunda ronda una temporada. Ese 2004, cuando le ganó primero a Denver y más tarde a Sacramento antes de caer a manos de Kobe Bryant y Shaquille O’Neal. Once veces se ha metido en playoffs y en diez ha caído a las primeras de cambio con un horrible récord de 21-42 en partidos y 2-11 en eliminatorias. La duda es saber si estos Wolves están diseñados para dar el siguiente paso en la lucha por el anillo. El curso pasado fueron el equipo que más batalla le dio a los Nuggets, a la postre campeones, pese a las bajas de McDaniels y Reid. Este año no basta con hacer ruido, ahora toca tener un impacto real en la postemporada. Es la hora de los Minnesota Timberwolves.
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