Ganar feo, perder bonito
El lenguaje es una arma de convicción masiva. La utilización de una manera o de la otra, tapa la realidad. Con el titular de arriba, todos estamos contentos. Pero ni se gana feo, ni se pierde bonito al final del día. No creo que Durant esté mosqueado por jugar por el oro; ni Gasol como unas castañuelas por tener que dejarse el alma por un bronce. Pero la lengua además es una fuente inagotable de excusas y matices para nuestras vidas. Por ejemplo, el Oro es lo único que vale en EEUU, pero a los analistas de Barras y Estrellas les pone el rollo masoquista. Les sabe mejor si es peleado y defendido… Feo. Ahí se apoyan para enunciar… «Jugamos como equipo». A nosotros nos vale con decir que ha sido el mejor de los cuatro estacazos que nos han dado en los últimos cuatro JJOO. No estuvimos nunca lejos, pero tampoco cerca. Y el porpiar a cada final del cuarto, nos hace caer desde menos altura.
El DJ salvó la noche
Lleva DeAndre Jordan creciendo en estos JJOO como nunca. La redención para una mascota de siete pies, a la que alabamos por sus mates y ridiculizamos por sus libres. Nunca le valoramos por su capacidad defensiva o de ordenanza en la zona. Es lógico. Nunca se ha sentido tan importante, líder en algo y primer motor. Sus minutos llegaron como regalo de la torpeza de Cousins para acabar siendo titular en día del partido más importante. Él fue el ajuste y disfrute de su equipo. 16 rebotes y todos los tiros que desvió. Serio y noble, fue nuestro mayor dolor. Bueno… Y Klay Thompson. Ha fallado tanto que ya no supo más. Nos mató en la ejecución, pero también en la defensa. Klay es grande y alto, más de lo que parece. Fue el encargado de Ricky en muchos tramos y nos negó su riego de bolas. Luego, pues todo lo demás, con mención especial al trabajo de Coach K. Sabía que hemos ganado todo en rebote y defensa. Por eso puso a sus All-Star a limpiar cristales hasta negarnos cualquier opción. Y por eso, quiso jugar a tres dígitos, porque dejamos a todos nuestros rivales en 70. En fin, otra más. Nunca USA le ha ganado tanto a otro país en los Olímpicos, 12 partidos, 12 victorias.
Milos
Ya solo el nombre. Milos Teodosic. Suena a basket. Pero sonar no ha sido nunca suficiente para él. Ha tenido la lupa más grande de Europa desde hace años. Se le quería para orquestar equipos campeones, pero sus equipos nunca ganaban. Qué fácil ir a por él. Como sus números fluctuaban de los simple dígitos a los dobles, nos quedamos con que desaparecía los días de desembarco. Pero el basket no es ‘hijoputa’ con sus amantes. Suele reconfortarles, porque la pelota no engaña. Serbia es un equipo joven, con una dinámica interna genial, un entrenador por el que matan y una bandera por la que se dejan el alma. Milos es su jefe. El que habla con Djordjevic y el que les dice a todos esos yonkis de basket y cera, lo que tienen que hacer. Solo sé que mal no lo hace. Y que la Serbia que vemos ahora, ha sido la mejor del resto del mundo en los dos últimos campeonatos globales. Entre España y Brasil, Teo ganó una Euroliga. Dejadle ya en paz.
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