El impresionante mes de febrero que está firmando Jayson Tatum le ha colocado a la altura de toda una leyenda de los Boston Celtics como Larry Bird. Tras perderse tres encuentros, el alero de los C’s disputó el último del mes de enero y entró en febrero como un vendaval. No ha bajado de los 15 puntos en ninguno de los once partidos que ha disputado hasta la edición de estas líneas, además de poner su sello a tres dobles-dobles de 11 rebotes. Durante este mes, promedia 30.5 puntos y 7.5 rebotes. Simplemente, el paso adelante que se le pedía para enterrar definitivamente las críticas recibidas por una supuesta irregularidad.
Los piropos hacia Jayson Tatum no se han hecho esperar. Mike Conley se deshizo en elogios tras el encuentro entre los Jazz y los Celtics, en el que se fue hasta los 33 puntos y 11 rebotes. «Ya era uno de los mejores anotadores y tiradores en esa posición. Pero después de verlo jugar, con tal aplomo, simplemente tomarse su tiempo para llegar a los lugares donde sabe que puede ser efectivo, marca la diferencia. No está forzando nada», comentó el base. Una línea que también siguió el propio entrenador del conjunto del trébol, Brad Stevens. «Es bueno verlo así. Ahora veremos si podemos seguir de este modo. Queda mucha temporada para escribir la historia de lo que seremos. Tenemos que seguir haciéndolo».
El poder de la barba de Tatum
Los siempre curiosos analistas de Statmuse recalcaron recientemente un dato de lo más llamativo. Desde que Tatum se dejó crecer la barba y abandonó el look desaliñado de su vello facial, sus números se dispararon. Precisamente en los últimos once partidos a los que hacemos referencia, correspondientes al mes de febrero.
Since his beard fully connected, Jayson Tatum has been playing out of his mind. pic.twitter.com/vFghGXThGv
— StatMuse (@statmuse) February 27, 2020
El Jayson Tatum de antes de febrero promediaba 21.5 puntos, 43.5% en tiros de campo y 36.6% en triples. Con su barba poblada de este mes se ha marchado hasta los 30.5 puntos, 51.4% en tiros de campo y 50% en triples. Unos números sólo al alcance de todo un mito de Boston como Larry Bird.
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