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El declive del baloncesto ruso. ¿Cuáles son los motivos?

El declive del baloncesto ruso. ¿Cuáles son los motivos?

El baloncesto ruso no pasa por su mejor momento y parece que los motivos están bastante claros. Ahora sólo queda encontrar una solución

Mucho dista el baloncesto ruso actual de aquel que dominó el mundo de la canasta bajo las siglas de la URSS. La situación actual es preocupante, tal y como indica Stanislav Eremin, Director del Consejo de Entrenadores de RBF, en un artículo de Sports.ru. En él se habla de crisis manifiesta, así como de pérdida de importancia del jugador local en los clubes y su repercusión directa en el desarrollo y éxito del combinado nacional en competiciones internacionales, refiriéndose a una falta de relevo generacional en la selección.

La última medalla de la selección de Rusia en una competición internacional FIBA es el bronce de los Juegos Olímpicos de 2012. Su último oro, en el Eurobasket de 2007, derrotando a España en la final por un solo punto. Poco si se mira con perspectiva a lo que logró la URSS como equipo durante sus años de máximo esplendor, con nueve medallas olímpicas (dos oros), ocho en la Copa del Mundo (tres oros), veintiuna en el Eurobasket (catorce de oro). Tras la disolución de la Unión Soviética en 1991, Rusia siguió en la élite del baloncesto mundial, con una plata en el Eurobasket de 1993 y otros dos segundos puestos en las Copas del Mundo de 1994 y 1998. Sin embargo, la marcha de Sergei Belov como técnico hizo que Rusia empezase a caer en picado, hasta el ya citado oro en el Eurobasket de 2007 y los bronces en la competición continental e 2011 y los Juegos Olímpicos de 2012. De ahí en adelante… la debacle. Casos de corrupción, conflictos con la FIBA, pésimo juego en las citas internacionales y la no clasificación para los JJ.OO. de 2016. Rusia no ha vuelto a levantar cabeza y el baloncesto ha dejado de interesar en el país tanto como antes.

Los niños no juegan al baloncesto

Según el Ministerio de Deportes Ruso, el número de federados para jugar al baloncesto ha ido cayendo año tras año en el último lustro. Un lastre importante a la hora de formar nuevos jugadores y buscar ese relevo generacional del que hablábamos antes. El baloncesto base en Rusia está languideciendo, hasta el punto de que países con menos tradición en lo referente a la canasta cuentan con más niños participando en competiciones de categorías inferiores. Si a esto le sumamos que los expertos hablan de la falta o inexistencia de canchas de baloncesto e instalaciones en muchas regiones rusas, nos encontramos con que los motivos de esta crisis son cada vez más comprensibles. Ciudades que superan el millón de habitantes cuentan con una o dos escuelas deportivas, por lo que no hay ni espacio ni tiempo para pulir posibles perlas futuras. No hay una estructura sostenible y las pocas escuelas capacitadas para la formación de jugadores cuentan con muchas restricciones. Si a esto le sumamos un sistema de ‘impuestos preferenciales’ y una economía un tanto compleja que afecta a los patrocinios, todo va en contra.

Los entrenadores, en el ojo del huracán

Por si hubiese pocos problemas, el baloncesto ruso de formación cuenta también con otra inconveniente bastante importante: el trabajo de los entrenadores. Según fuentes consultadas por Sports.ru, se trata de técnicos sin las capacidades y conocimientos necesarios para favorecer la evolución de los jóvenes. Sin olvidar el tema de la edad (según el medio, la mayoría pasan los 50 años) y la falta de adaptación al cambio que ha sufrido el deporte con el paso de los años. Además, desde las altas esferas se mide el trabajo de los entrenadores en función de las victorias y las derrotas cosechadas, y eso impide que pueda existir una continuidad en los banquillos. Se tienen en cuenta los resultados, pero no el trabajo global.

VTB Youth League

¿Es una buena idea la VTB Youth League?

Fundada en 2013, la VTB Youth League sirve como lanzadera para chicos entre los 15 y los 19 años. Sin embargo, algunas voces del baloncesto ruso consideran un error que chicos de 18 o 19 años sigan jugando con ‘niños’ y no con ‘adultos’, así como recalcan la falta de experiencia y madurez que el momento en el que dan el salto. La falta de rodaje al nivel más alto y la poca confianza de los técnicos a la hora de dar minutos a chicos sin estar plenamente adaptados son piedras en el camino que hacen que un jugador no alcance su plenitud hasta más tarde de lo que lo hacen en otros países.

No vale de nada conseguir buenos resultados en las categorías inferiores si luego esos mismos jugadores permanecen en los banquillos de sus equipos y no ganan peso en las plantillas hasta los 22 o 23 años. Como tampoco ayuda el hecho de que la VTB, la máxima competición rusa, la forman  trece clubes (nueve rusos), con plantillas en las que debe haber un mínimo de seis jugadores locales. Algo que no parece suficiente para tener una buena bolsa de nombres a la hora de configurar el equipo nacional.

La plantilla de Rusia en la Copa del Mundo de 2019 tenía una media de edad de 27.8 años, con Grigory Motovilov como jugador más joven (21) y Vitaly Fridzon como el más veterano (33). Sólo cuatro jugadores tenían 25 años o menos. Con este roster, Rusia acabó en la 12ª posición, siendo el vivo reflejo de todos los problemas explicados.

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