El padre de Olek Balcerowski, Marcin, tuvo un grave accidente de tráfico dos años antes del nacimiento de su hijo. Sufrió lesiones en la columna vertebral y la médula espinal, por lo que quedó postrado en una silla de ruedas.
Marcin Balcerowski era jugador semiprofesional y, después del accidente, se convirtió en una estrella del baloncesto en silla de ruedas. De hecho, llegó a jugar con la selección polaca en los Juegos Paralímpicos de 2012.
En una entrevista con EuroLeague, Olek habló de cómo el baloncesto salvó la vida de su padre.
«Siempre estaba jugando al baloncesto cuando era más joven y yo, desde que nací, siempre le conocí en silla de ruedas. Ya había tenido el accidente y siempre le recuerdo así, pero siempre estaba jugando al baloncesto, y después del accidente, siguió jugando.
Dijo que el baloncesto le salvó la vida porque, tras el accidente, fue muy duro para él. No sabía qué hacer y vio la oportunidad en el baloncesto en silla de ruedas. Empezó a hacerlo bien. Más tarde, fue uno de los mejores jugadores y yo siempre le admiré. Para mí era como una referencia para no rendirme nunca.
Sigue transmitiéndome su pasión por el baloncesto y eso me hace muy feliz. Cuando era muy pequeño, a los tres o cuatro años, tengo fotos de él pasándome la pelota en la silla de ruedas y yo jugando con ella«, explica Olek Balcerowski.
Ahora, además, ambos comparten equipo por primera vez: el hijo juega en el primer equipo del Panathinaikos y, el padre, en el equipo en silla de ruedas.
«Es muy divertido verle todavía cerca del baloncesto porque se retiró el año pasado. Pero dejó el retiro para jugar aquí, en el Panathinaikos. Me alegro mucho por él de que pueda seguir disfrutando después de tantos años«.
Foto: EuroLeague
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