Tras el Eurobasket y un verano intenso con la selección española, Sebas Saiz vuelve a su bendita rutina: ser una de las grandes estrellas del baloncesto japonés, donde ya es un icono.
Ir en tren siempre da pie a pensar y reflexionar. ¿Has asimilado ya que eres campeón de Europa?
Pues no sé qué decirte, eh (risas). Cuando acabó el partido recuerdo que estaba en el vestuario como en shock. Tenía el móvil petado de llamadas y mensajes y tuve que dejarlo de lado. Estar ganando y no creerte que habíamos ganado. Pero sí, somos campeones de Europa. Increíble. Una hazaña.
¿Dentro de ese vestuario se veía esa hazaña como factible?
Nosotros siempre confiamos en nosotros. Está claro que nuestra mentalidad no era llegar hasta la final seguramente. Nuestra meta era dar el máximo cada día, en el entrenamiento, en el partido. Afrontábamos cada día como el más importante. Eso es lo que nos permitió llegar lejos. Quizás la gente dudaba, pero nosotros nunca lo hicimos. Y eso es vital.
¿Cómo convence Scariolo al grupo para que sea capaz de ganar un Eurobasket como el que vivimos?
El trabajo diario, no hay otra. Él siempre demanda que el trabajo sea excelente. Una de sus mayores virtudes es saber llevar el equipo a la excelencia. Y sabe maximizar el rendimiento de cada jugador.
¿Por qué España es siempre tan competitiva?
Por cómo nos llevamos unos con los otros. Todos los equipos españoles son una Familia. Es así y de verdad. No hay ego, no hay ningún mal pensamiento. Saber que la persona que está a tu lado lo dará todo por ti es fundamental. Somos hermanos.
Willy Hernangómez, Alberto Díaz, Darío Brizuela, tú… La generación del 94. Desde Mannheim hasta el Europeo de este verano.
Es increíble. Llevamos viviendo juntos desde que teníamos 15-16 años. Hemos competido juntos siempre. Y ganar ahora un torneo de estas magnitudes juntos es algo espectacular. Estoy muy orgulloso de lo que han hecho. Se les había como menospreciado o no dado la importancia merecida por no haber estado quizás antes en la Selección, pero es que había muchísimo nivel. Me llena de orgullo ver cómo se han ganado un nombre y que la gente haya comprobado su nivel.
¿Es fácil asimilar como jugador un rol con menos protagonismo como el que tuviste tú durante el Europeo?
Depende de cada jugador. Creo que es importante saber el papel de cada uno. Yo sabía que estaba en una posición con mucha competencia y en la que debía estar preparado siempre para ayudar. Me hubiera gustado jugar más, claro que sí, pero en el día a día di el máximo. Me fui con la sensación de haber hecho un buen trabajo.
¿Ha sido tu mejor experiencia como profesional?
Sin duda. Ha sido el torneo con más importancia que he jugado en mi carrera, con selecciones que tenían a los mejores jugadores del mundo… Terminarlo con la medalla de oro, jugando con tus hermanos, es indescriptible.
Y ahora de vuelta a Japón. Tu casa desde hace cuatro temporadas.
Estoy muy feliz, la verdad. Disfruto mucho del ambiente, de la cultura… Hay una mezcla de cosas milenarios y otras que parecen del futuro.
¿Te cansa el tener que explicar en casa entrevista porque no juegas en España?
Si la gente lo sigue preguntando es porque no lo sabe. Intento hacer lo que es mejor para mi carrera. Mirando por mis intereses personales y estoy muy contento con las decisiones que he tomado hasta ahora.
He sido campeón de la copa emperador, de la liga, MVP de las finales… y mi nivel de baloncesto ha mejorado muchísimo. Si no hubiera estado aquí quizás no habría con la selección.
¿Qué condiciones tenéis allí y por qué es tan ventajoso?
Son clubes muy profesionales donde hay de todo. No nos falta de nada, estamos en instalaciones de primer nivel y los pabellones se llenan con más de 10.000 personas.
¿Y el japonés, qué?
Lo llevo regular (risas). Estoy aprendiendo poco a poco. Pero es muy complicado. Me manejo bien para el día a día.
¿Qué jugador te ha sorprendido más a lo largo de tu carrera?
Giannis Antetokounmpo hace un par de meses. Su manera de dominar no lo había visto en mi vida.
¿Qué inquietudes tiene Sebas Saiz más allá del baloncesto?
Poder buscar qué hacer en un futuro con la vida, el cómo seguir creciendo como persona, como ayudar a mi familia salir adelante… Soy poco egoísta. Hago todo pensando en la gente que tengo a mi alrededor.
Si el Sebas Saiz de ahora pudiera mandarle un mensaje al Sebas Saiz cuando tenía 10-11 años, ¿qué le diría?
Que no pare de trabajar y confié en todo lo que va a hacer.
- Entrevista publicada originalmente en la revista Gigantes 1526 de noviembre que puedes comprar aquí
- Suscríbete para más artículos en profundidad sobre baloncesto
Sigue deslizando hacia abajo para ver más contenidos
