Tuvo que emigrar para ponerle cara al éxito. Miguel Méndez salió del Celta Vigourbán, con el que debutó como entrenador en Liga Femenina en 2008. Después, pasó dos temporadas en el Rivas Ecópolis, con el que consiguió una Copa de la Reina y subcampeonato de liga (2013), saborea la gloria en su tercera temporada en Italia. Allí, con el Familia Schio, acumula pleno de títulos en los tres años que lleva en el país transalpino.
Todavía con un año de contrato, el español ha concedido una entrevista al diario Faro de Vigo, en el que habla de la actualidad de la competición doméstica: “Entrenar en España es muy difícil, la liga ahora mismo es amateur, universitaria entre comillas, quitando Perfumerías y quizá Girona”. Méndez profundiza: “La competición dura seis meses, se hace a propósito para pagar menos alquileres, fichan extranjeras para compartir piso entre cuatro, no da para vivir lo que están pagando…».
El técnico no admite justificaciones para la difícil situación que se vive en España: «La excusa ya no es la crisis, no se invierte en deporte femenino, en baloncesto. La Federación debería hacer un esfuerzo, también en LEB Oro y LEB Plata, y dar una vuelta a las competiciones». Por eso, ve difícil regresar: “Tengo contrato y me gustaría cumplirlo”.
Y eso que la temporada no ha sido fácil. «Ha sido un año durísimo, el más complicado. En la Euroliga había dos grupos de ocho equipos, jugamos catorce partidos en fase regular, medio mes más de lo habitual, y con viajes difíciles. En la competición italiana se produjeron dos parones de diez días en noviembre y febrero. Pero como la selección italiana no funcionaba, han vuelto a llamar a las viejas glorias. De mi equipo convocaron a ocho. En lugar de estar descansando tuvieron que jugar en sitios como Albania”, concluye Miguel Méndez.
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